No tiene sentido sus palabras. Esto debe ser una broma o mínimo algún efecto del alcohol ingerido durante todo el día. Él es quien ha decidido que no debíamos estar juntos y ahora también cree que tiene el derecho de decidir cuándo sí debemos estarlo. Pero ¿qué le sucede?
—No tengo que repetirlo, has escuchado a la perfección... — No me doy la oportunidad de escuchar más su voz.
Me coloco de pie para marcharme de su lado. No quiero y no voy a escucharlo. No sé hacia dónde exactamente comienzo a caminar, solo sé que no quiero estar junto a él ni un minuto más ¿Acaso piensa que tiene el derecho de volverme un desastre cuando a él le plazca?
¿Ha olvidado todo lo que me dijo la última vez que hablamos?
"No quiero ser egoísta contigo, pero debo serlo porque no me ayuda tenerte en mi vida."
"Aunque no me dejes ir, me marcharé. Esta decisión no es tuya, sino mía y me elijo a mí."
"Quiero que nuestro amor sea suficiente, pero no lo es y lo sabes."
He luchado para olvidar sus palabras, pero no he podido. Está en mi memoria el dolor insoportable que sentí al escucharlo decir que nuestra amistad lo lastimaba, que esta no lo permitía avanzar. Juro que dijo todo lo necesario para hacerme sacarlo de mi vida. No sé si era el plan, pero lo consiguió y me niego rotundamente a dejarlo decir que quiere que sea su todo.
Porque era su todo y se encargó de convertirme en su nada. No soy la niña asustada con falta de amor que conoció. No correré a él porque lo pida. Soy feliz estando sola, porque al fin entendí que el amor que necesito es el propio y me amo lo suficiente para ni siquiera permitirle creer que aún existe alguna posibilidad de estar juntos.
Siento como se coloca frente a mí de repente y así evita que continúe caminando.
—Isabela, espera. Nosotros podemos...—Lo interrumpo.
—Detente aquí Oscar, cualquier idea que tengas en tu cabeza o alguna posibilidad que creas que existe entre nosotros elimínala ahora mismo—exijo dando pasos atrás para establecer distancia entre ambos— No me hablaste por años y de repente crees que puedes venir aquí y decir que quieres que sea tu todo —Mi tono de voz solo aumenta — Era tu todo Oscar, fuiste mi todo y sin embargo decidiste sacarme de tu vida, elegiste romperme de formas que no sabía que era posible.
Silencio es lo único que recibo de su parte, pero ni crea que voy a callarme todo esto. Lo he hecho por años, pero no más, voy a sacarlo ahora porque él nunca me dio la oportunidad de gritarle todo lo que he querido por tanto tiempo.
—Si esto es un juego para ti o una cruel broma, solo detente. Porque no existe un nosotros—Hablo con firmeza — Tu le pusiste punto final a nuestra historia, no creas ni por un segundo que fueron puntos suspensivos.
Sus ojos no me dicen nada, me puedo percatar lo tenso que se encuentra. Sé que mis palabras no fueron de su agrado pero no quiero que ni por un segundo piense que correré a sus brazos solo porque él lo diga.