Bayoletthe
¡Pésimo!
¡Malisimo día!
Bueno no tan malo, pero si malo.
Bueno ustedes me entienden
Después de separarme de piume y Amy, me fui directo a mi salón para mi primera clase, o eso se suponía, ya que el maestro de finanzas no llego por que esta enfermo y nos avisaron 30 minutos después, y por mi estaba mas que bien, no me gusta esta carrera así que por hoy me libraba 2 horas por ser la misma materia.
Aproveche para poder escuchar música y dibujar lejos de la multitud, y me senté debajo del árbol que está por las canchas, estaba tan concentrada en lo mio que me espante cuando la secretaria nos habló.
-Buenos días chicos. Él director los espera a las 10:00 en el auditorio, tiene un anuncio que darles, por favor sean puntuales.
-¿Es obligatorio estar presente?- preguntó Hugo, un chico que piensa que siempre puede hacer lo que se le dé la gana.
-Hugo por favor, no te hagas el chistoso- fue lo último que dijo la secretaria y se marchó.
Mire mi reloj y marcaba 9:15 am, recogí mis cosas y me encamine a mi siguiente clase, el pasillo se encontraba repleto de alumnos, de los cuales estoy segura no son del instituto pues de ni uno recuerdo su rostro. Estaba tratando de cruzar el rió de alumnos cuando alguien me empujo y termine en el suelo.
-Perdón- Escuche que dijeron pero cuando quise ver a mi agresor él se levantó y salió corriendo, lo alcance a ver de espaldas y llevaba una chamarra blanca con rojo.
<"Pirdin" como si eso quite que terminara en el suelo> pensé y me levante, lo bueno, todos estaban en su mundo y no me prestaron atención.
Llegue al salón y tome asiento, aun nadie llegaba, ni el profesor. Empiezo a creer que la única responsable soy yo, y que el maestro también debería ser sancionado por llegar tarde a las clases la mayor parte del tiempo, si decidido.
Así como ellos, "Alumno que llegue tarde no entra al salón", ahora será "Profesor que llegue tarde no entra al salón". Estoy segura que los demás alumnos lo verían muy bien.
Empezaron a llegar los alumnos y el maestro.
¡Los invoque!
Me siento bruja, deje mi conversación para otro momento cuando el maestro se paró enfrente para hablar.
-Buenos días alumnos, como saben el director los solicita en el auditorio, así que por falta de tiempo, solo les daré la tarea a realizar y saldrán después- empezó a dictar muy rápido, por suerte lo grabe con mi teléfono, si admito, hago trampa pero es porque él habla muy rápido y no se le entiende qué rayos dice.
Mire mi celular cuando sonó, era un mensaje de piume.
Piume:
"Doncella te vemos en el pasillo B"
Bayoletthe:
"Si esta bien, los veo ahí"
Después de contestar el mensaje, guarde mis cosas y tomé rumbo para encontrarme con ellos, al igual que al entrar había muchos alumnos paseando por el pasillo. A lo lejos vi a Piume y me acerque.
-Listo. Vamos antes de que se haga tarde- les dije recién llegaba.
-En verdad que tienes un problema de puntualidad- me contestó divertido piume.
-No es problema, es responsabilidad, algo que te falta muy a menudo- le conteste de la misma forma.
Amy iba a interrumpir nuestra plática, cuando escuchamos otra voz.
-Disculpen, ¿Podrían decirme donde queda el auditorio?- voltee para contestarle pero me interrumpió.
-Oh, eres tu, perdona lo de hace un rato- me miro con vergüenza.
-¿Eh? ¿Te conozco?, ¿Por qué debería de perdonarte?- le conteste, pues no sabia de que hablaba.
-¿Enserio no sabes quien soy?- me preguntó sorprendido el "ojos coquetos"
Esperen.
¡¿Qué?!
¿Acabo de decir "ojos coquetos"?
¡Ay no!
No me hagan caso, ya alucino, bueno no tanto porque realmente sus ojos son hermosos, azul hipnotizante, como los de piume.
No sé en qué momento me perdí tanto en sus ojos, que las tres personas enfrente de mi, me miraron como si estuviera loca, así que le respondí muy amablemente.
-No, no se quien eres. Así que tienes dos opciones o te presentas o te vas, decide.
Ok, creo que no fue lo más amable que he dicho pero, pues ya lo dije.
-Lo siento, me presento soy Elian Arched y soy el chico que por accidente tropezó y te empujo.
-Ah, eres tú.- dije desinteresada.
¡Esperen!
- ¡Eres tú! ¿Que no te puedes fijar por donde caminas? ¡Me caí por tu culpa!- le grite.
-Oye no seas grosera, acabo de explicarte que fue un accidente, tampoco es para que me quieras matar, además ya te pedí disculpas- me miro molesto mientras cruzaba sus brazos.
-¡Tus disculpas no quitan que me empujaras!- le volví a contestar levantando el tono de voz.
Los alumnos que habían alrededor nos empezaban a mirar raro y otros hasta se estaban riendo de nuestra discusión. Bola de chismosos.
-Hey, hey. Calma todo el mundo. Me presento, yo soy Giovannie Dupont, mucho gusto- intervino piume y le extendió la mano al agresor.
-La hermosa mujer que sostiene mi mano, es mi novia Amy- siempre la ha presentado de una forma romántica y muy tierna, que cualquier chica quisiera ser la afortunada.
-Hola, es un placer conocerte- Amy como buena niña le extendió la mano para saludar. Él como todo un caballero, le tomo la mano para darle un beso en el dorso.
-El placer es todo mio, hermosa dama- le respondió mi coqueto agresor.
¡Noticia de ultimo momento: Piume tiene un rival!
Claro que no con su novia, si no como caballero.
-¿Podré tener el honor de conocer tu nombre?- me pregunto mientras me regalaba una linda sonrisa.
Lo admito, no solo coqueto también es super caballero golpeador.
-Eso a ti no te importa.
Si, no soy buena relacionándome con la personas, además me empujo.
<Ni le hagas. Ya confesaste que es coqueto> me reclamo mi mente.
-Eres una niña irrespetuosa y enojona- me contesto mientras me miraba muy serio.
-¡Ya paren! Mejor vámonos al auditorio, ya vamos tarde- intervino Amy.
-¿Qué? No puede ser- mire la hora y efectivamente eran 10:15 am.
-Doncella esta vez fue por ti, querías discutir con él- me recrimino piume mientras nos jalaba de la mano a Elian y a mi.
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MIRA AL CIELO| Siempre Será Nuestra Promesa
Roman pour AdolescentsVivir en medio de una familia que aborrece el arte y mantiene pensamientos y principios diferentes a los tuyos siempre será peligroso. Es como vivir en un mundo aparte, es ser la extraña y mal vista en tu familia. Por suerte, siempre existe una luz...