BAYOLETTHE.
Perseguí a Gio por toda la casa.
¡Quede como polvorón!
Papá cuando se molestaba con él le decía Lex y a mi se me quedo, igual él. A mi, papá me decía Let porque en ambos nombres se repetía esas letras, y a Gio se le quedó.
Subimos hasta su cuarto y cerré la puerta.
Me las pagara.
-Ahora si, pide disculpas y te prometo que tu muerte será rápida y sin dolor- dije muy seria.
-No, eso no. Me la debías- contestó entre risas y me aventé contra él.
Empezamos a forcejear hasta que caímos en la cama y me sostuvo las manos.
-Quien diría que mi polvorón sigue siendo muy buena en un cuerpo a cuerpo- contestó con una sonrisa.
-Se te olvida que nos enseñaron a jamás distraerte- le di con la rodilla en el estomago y me trepe encima de él, aproveche para sostener sus manos detrás de su espalda- Última oportunidad- dije y le apreté más las manos mientras sonreía.
-Tramposa doncella, ese golpe quedamos que quedaría exento así que no, menos me disculpo- empezó a reír y se dio la vuelta me tomo por los hombros para inmovilizarme pero alcance a cruzar las piernas por su cuello y me gire.
-Sabes que ya no podemos hacer nada- dijo y nos empezamos a reír.
Hasta que se escuchó la puerta abrirse y entró mamá con Amy y Elian asustados.
- ¿Ya acabaron? Están castigados sin helados ni sus cucharas Lex y Let, ahora sepárense ¡Inmediatamente!- habló furiosa mamá.
Gio y yo nos separamos mientras nos aguantabamos nuestra risa. Primero ellos nos entrenan y después ya no nos aguantan. Gio me tomo de la mano cuando salieron de la habitación.
-Espera pequeña, primero tu regalo de cumpleaños- me dio una caja y la abrí eran un collar de plata con nuestras iniciales en forma de llave y un diario- Ahora siempre podrás plasmar recuerdos lindos y siempre estaré ahí para resguardarlos- hizo referencia a las pulseras ya que él tenía una en forma de candado- Cada nueva aventura. Además de que espero y me vuelvas a maravillar con tus dibujos, princesa.
-Gracias hermanito, te amo- lo abracé fuerte.
Hace dos días nos avisaron que nuestros regalos no serían el desayuno del día siguiente, si no que seria algo bien, y vaya que esta vez destrozaron mi corazón.
-Bueno bajemos, si no mamá nos dejara en el patio por un mes.
-Amor ya nos vamos, nos vemos mañana por la tarde. Por favor se puntual es tu competencia- se despidió Amy de Gio. Y era cierto, quedamos en irnos mañana por la tarde para estar el día de la competencia en la ciudad y descansar un rato hasta que llegue la hora.
Mientras tanto mañana entrenara conmigo para que tenga ánimos y esté relajado. No se como, pero cada que uno va a tener una competencia donde no estará el otro, solemos entrenar un día antes para relajarnos y dar lo mejor de nosotros. Siempre nos funcionó.
-Bueno, yo también me retiro tengo que checar algunas cosas de las empresas de mis padres, que tengan una agradable tarde. Los veo mañana, por cierto suegra, nosotros vendremos por ustedes.
Se despidió de mamá con un beso en la frente, de Gio con uno en la mejilla y de mi en los labios.
Mamá se fue a su habitación y Gio y yo nos quedamos en la sala, jugando dominó.
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MIRA AL CIELO| Siempre Será Nuestra Promesa
Teen FictionVivir en medio de una familia que aborrece el arte y mantiene pensamientos y principios diferentes a los tuyos siempre será peligroso. Es como vivir en un mundo aparte, es ser la extraña y mal vista en tu familia. Por suerte, siempre existe una luz...