C XVII

60 18 0
                                    


Giovannie.


-Esta bien, pero si no podemos lo dejo y nos concentramos en el proyecto- dijo seria Bay.

-Ya veras que si- le dije seguro.

-Bueno, ya es tarde, ¿Los llevó a sus casa?- preguntó mi cuñado.

-Claro yerno- le contestó feliz mi mamá y me reí. Ya lo aceptó, así fue con Amy, luego la llama nuera y se sonroja.

-Pues vamos, el auto ya llego- tomo de la mano a Bay y a mamá y empezó a caminar, Amy se enganchó de Bay y yo de mi mamá.

-Bueno, yo me voy en el mio y ustedes con él para que no se vaya solo- dijo mamá.

Nos subimos a los autos y nos fuimos a casa, siguiendo a mamá por el camino. Durante el trayecto íbamos contando chistes y esta vez su chófer contaba algunos buenos.

-Jóvenes, llegamos a su destino. Pasen una grandiosa tarde – nos dijo feliz.

-Gracias igualmente señor, y recuerde conducir con mucho cuidado porque luego se encuentra cada loco detrás del volante y pasan accidentes- le dijo Bay.

-Gracias y descuide, el único loco al volante que conozco viene de pasajero, ¿Verdad joven Arched?.

-¿Qué? Claro que no- dijo mientras se cruzaba de brazos indignado.

-Si estuviera el joven Andrew aquí le diría lo mismo- dijo tan natural y enseguida se cubrió la boca-Perdón señor Arched no volverá a pasar- dijo muy serio.

-Descuida, yo no soy el señor Arched, y puede que tengas un poco de razón- dijo mientras reía, lo cual nos contagió a todos- Bueno ya nos vamos, los veo mañana para empezar a ensayar.

-Claro, te vemos mañana- le contesto Amy.

-Bueno ya nos vamos, hasta mañana.

-Esperen, ¿No se quedan a comer?- les preguntó mamá.

-Me gustaría y gracias por la invitación, pero mis padres me esperan ya, y si tardo no tendré permisos por un buen tiempo tal vez en otra ocasión suegra.

-Por supuesto yerno, vayan con cuidado.

Entramos a la casa y subimos a dejar nuestras cosas a las habitaciones. Cuando baje mamá ya estaba asando la carne.

-¿En que ayudó má?

-Prepara el agua de sabor, por favor.

-Ya está lista la mesa Amelie- dijo mi novia- ¿Te ayudo, amor?- me pregunto y yo solo le moví la cabeza en afirmación.

-Listo má, la ensalada rusa ya está, ¿Qué más hago?- pregunto Bay.

-Ya nada cariño, ya está todo.

-¡Listo! El agua ya está, y no es por presumir pero me quedo riquísima- dije.

-Uy si muy rica.

-Todo por eso, no tomarás agua, amor.

-Suegra, ¿Escuchó a su hijo?- se empezó a reír.

-Déjalo hija, ya vez como es, pero al final te da él de comer en la boca- le contestó mi mamá riéndose.

-Gracias, apoyas más a ellas que a mí- conteste mientras me cubría la cara con las manos, estaba listo para empezar mi drama.

-Piume, yo te daré la razón y apoyo que quieras pero no hagas drama, ¿Si?- me abrazo y me dio un beso en la punta de la nariz.

MIRA AL CIELO| Siempre Será Nuestra PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora