C XVIII

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Bayoletthe.


-Pasemos al jardín para poder desayunar- dijo Eli mientras extendía su mano hacia mi, y no la acepte me aferre a Gio. 

Empezamos a caminar nosotros tres por dónde nos iba indicando, detrás venía él con mamá.

-¿Sucede algo, doncella?- me pregunto Gio y estoy segura que noto mis nervios y tristeza.

-No lo se, siento que estoy pisando en terrenos completamente ajenos a los míos. No puedo dejar de pensar que no se nada de él, y que ahora que conozco el tipo de vida que lleva no puedo creer que se fije en mi. Por Dios. Solo veme y velo a él. No se nada de él- le dije con pánico.

-Lo se pequeña, pero básicamente no nos ha mentido hasta ahora, deja que te explique, dale tiempo. Dejemos algo en claro, tu eres la mejor mujer del universo, tu eres la divinidad hecha mujer, eres incomparable con las demás- me dijo con una sonrisa.

Llegamos a un jardín muy hermoso y muy bien cuidado. 

Sus flores de colores tan vivos, con un aroma que te indica que estás en casa y una fuente que le da el aspecto de vida y alegría, todo lo contrario a su recibidor, hermosa si, con lindos candelabros y cuadros hermosos, muebles muy bien cuidados y de calidad, pero a pesar de eso, adentro se siente una briza fría, carente de amor familiar con esos tonos blancos, grises y negros.

-Por favor, tomen asiento, no tarda nuestro desayuno. Mi chófer me informo que no habían desayunado, así que decidí esperarlos para desayunar todos juntos, hace tiempo que no desayuno con alguien mas que con mis padres, cuando están, claro- dijo con un tono de tristeza.

-Gracias hijo, espero no sea molestia. Hijos agradezcan que mi yerno los ama mucho como para esperarlos- dijo mamá con tono burlón y nosotros agachamos la cabeza.

-No, no es ninguna molestia y tampoco agradezcan, no es necesario- dijo amable mientras me miraba atento.

-Bueno pues cuñado ya te adoro mas. Me estás conquistando- dijo con aires de enamorado y nosotros nos reímos.

-Hijo, perdona mi pregunta, pero ¿Y tus padres? No nos presentamos con ellos- le dijo mamá.

-Eh, bueno, ellos emm no están, salieron por trabajo y llegan en 2 semanas- respondió incómodo.

-Oh, bueno es una pena no conocer a mis futuros consuegros, ¿Verdad Bay?- insinuó mamá.

-Eh... si una pena- dije incomoda.

No se ni quienes son.

Después de unos minutos, llegaron las señoras con nuestro desayuno y fue mi felicidad, todos empezamos a desayunar tranquilos. Gio y mi cuñada compartían miradas coquetas entre ellos, mamá se la pasó hablando con Elian sobre no se que, yo solo pensaba en que no lo conozco y no se si realmente es que me quiere, o es como los otros. 

Terminamos nuestro desayuno y Amy y yo empezamos a recoger la mesa para lavar lo que ocupamos, pero una de las señoras no nos dejó, argumentando que era su deber y que sus jefes no se los permitirían, y si soy sincera, eso me dolió mucho.

Me recordó a mi intento de familia adoptiva.

Somos humanos, no criadas .

-Gracias por el desayuno, pero ¿Podemos empezar con el proyecto? En lo que reposamos- hable.

-Claro que sí querida, en la sala se encuentran las cosas. Les indico el camino- dijo y me tendió la mano de nuevo,  con miedo la tome, él me miró con una sonrisa y empezamos a caminar al frente.

MIRA AL CIELO| Siempre Será Nuestra PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora