Instinto animal [contraparte]

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Cuando llegó a su adolescencia, a Izuku le regalaron un pequeño felino, un cambiaformas, según sus padres para que tenga una idea de alguna responsabilidad, pues al ser omega, algún día tendría hijos y sí, se sentía una madre cuidando a ese gatillo revoltoso, que ya estába arriba de un árbol, del techo, de una barda, molestando a los perros, a los vecinos, que atacaba a la gente que pasaba frente a la banqueta al taparle el sol, todo un caos.
Agradecia a la madre luna que el crecimiento de esos seres era más rápido que un humano, cuando menos pensó, ya lo había pasado incluso a él.
Era "más tranquilo" hasta cierto punto, pues su mal humor con el mundo no se había ido, pero con él, exclusivamente con él era alguien muy meloso y posesivo. Para el pecoso era normal, digo, todos celan a su madre ¿No? Pero al conocer otros cambiaformas y la interacción con sus dueños, no, no era normal.
Kaachan lo marcaba de su aroma no solo frotando su piel, también con lambidas y mordidas. En sus temporadas de dónde sufría unos celos al estar listo para su reproducción, el felino se iba con él a acurrucarse, ronroneaba a sentir su olor y calidez, ni aún así, sabía que lo estaba escogiendo para ser pareja, el pobre omeguita seguía en la inocencia que era su figura de protección para su Kaachan.

Sin embargo, ahora era turno de él, cuando su temporada de celo se activaba, dejaba a cargo a su felino con su madre, pues a fin de cuentas él no podría cuidarlo, cosa que odiaba el rubio y ahora como todo un escurridizo, no dejo que se lo llevarán, se transformo en ese pequeño gato para esconderse y esperar al momento adecuado. Un golpe sordo, lo hizo salir de su escondite, fue hacia ese lugar para encontrar a Izuku jadeante en el piso, aún sosteniendo su correa, el muy bruto continuaba buscándolo para llevarlo al otro lugar.
¿Es idiota? ¿Qué tal si de regreso le tocaba entrar a ese estado alto de calor? Alguien lo hubiera tomado y tal vez marcado.
Hablando de eso, no olía sus deliciosas feromonas, se aproximó para regresar a su parte humana y bajar el cuello de tortuga para mirar el parche, cómo quería salir se puso uno, así pasaba desapercibido.

-Ay tonto Deku ¿Qué no tú celo empezaba mañana? Ahora entiendes lo que te digo, los celos nunca son exactos.

-E...esto es tu culpa...no te encontré y pensé lo peor.

-¿Qué sería lo peor? ¿Perderme? - asiente al no poder hablar mucho, salían más jadeos que palabras - bien, yo tampoco quiero perderte Izuku, así que ya entiendes mi sentimiento y ahora es momento de quitarnos esa fea sensación.

Lo cargo hacia su recámara, teniendo dos conceptos distintos, sentimientos diferentes pero al final se hicieron uno mismo, pues Bakugo lo reclamo para hacerlo suyo esa noche y dejo claro a todo el mundo que ese Omega pecoso solo es de él, pues desde la primera vez lo miro, quedó rendido a sus pies y espero pacientemente hasta este momento para hacer su movida.

Drabbles BakuDeku/DekuBaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora