Cuando decido consultar la hora en mi móvil, constato que son las 6 de la mañana. Y eso que ya llevo un buen rato despierta.
Hola, querido insomnio. No te echaba de menos, puedes irte por donde has venido.
Es mi primer día de clase después de las vacaciones. Y debería dormir, pero no dejo de analizar lo sucedido con Pol.
Cómo no aguanté más y lo besé.
Como ese puto beso me supo a gloria y a espinas.
Como me tocó ayer, en el sofá.
Y luego, en su cama.
Sin esperármelo ni planearlo.
Follar con Pol fue como siempre me imaginé. Un torbellino de calor, indomable pero sereno.
Joder... que me acosté con él. La primera vez con alguien que no fuese Simón, en once años.
Y tuve dos orgasmos. Eso sí que llevaba tiempo sin pasar.
Voy a sonar muy ingenua... Pero yo pensé que ya estaba. Que la magia que había empañado los cristales de su habitación... era la misma que él iba a sentir en sus pupilas. De hecho, es lo que creí ver en sus ojos en un primer momento.
Que por fin podíamos empezar a escribir en letra cursiva y en negrita un futuro.
Que él lo tenía tan claro como yo.
Que podría besarlo, cada día, a partir de ahora.
Pero... no.
Para él no fue suficiente.
No valió para borrar de un plumazo todo lo sucedido. Y puedo entenderlo. Pero... eso no quita que cuando lo escuché decirlo... no me sintiese una idiota. Una cría ingenua e idealista.
Ayer, después de eso, salí a despejarme. Luego, me encerré a pintar en mi habitación. Pero... tras garabatear un buen rato, no pude evitar dibujar un rayo, enorme, amarillo, rojo y naranja. Era el último tatuaje que me quedaba por descubrir de Pol, aunque el suyo fuese no fuese a color, simplemente unas líneas negras, justo al descubierto al bajar su ropa interior. ¿El tatuaje más sexy que había visto nunca? Es posible. Muy posible.
No le conté a nadie lo que había pasado. Necesitaba masticarlo y digerirlo yo solita. Bueno, solita, no. Ahora también acompañada de mi amigo el insomnio.
A las siete de la mañana, no aguanto más dando vueltas y me levanto de cama. No tengo clase hasta las nueve y media, porque son las presentaciones de las nuevas asignaturas del máster, pero necesito un café.
Me sorprende escuchar ruidos en la cocina, por la hora. Imagino que será Nacho. Pero cuando llego a ella, lo primero que veo es una melena pelirroja inclinada hacia la nevera.
Me paro, en seco.
Cuando Naira se gira hacia mí, las palabras se me quedan bloqueadas en la garganta.
No puede ser.
¿En serio, después de lo que pasó entre nosotros...?
Pero sí. Es. Está bastante claro. Uno, porque sólo lleva puesto unas bragas y una camiseta de Pol. Dos, porque soy conocedora del historial amoroso entre ambos. Tres, porque ahora entiendo dónde dormía Pol todas estas noches. Y no, no eran en casa de Usem.
Ella parece tan sorprendida como yo.
—Eh... Hola, Sara —su cara se torna del mismo color que su pelo y noto que me evita la mirada —. Perdona. Pensé que no habría levantado nadie aún.
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La magia de dos corazones en movimiento [Parte 2 Bilogía]
RomanceSegunda parte de la biología. _____ Sara lleva tres meses en Madrid. Sara ha reído, ha vivido, ha soñado y se ha enamorado. Sara ha besado a Pol. Y luego ha huido. Pol lleva tres meses ensanchando su colección de sonrisas. Pol ha fluido, ha luchado...