[He subido dos capítulo seguidos. Aseguraros de haber leído el 13 y no ir directamente a este :)]
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Intento concentrarme. No voy a decir que odio esta asignatura, porque en realidad, no hay ninguna que me guste. Observo a Samu, sentando a mi lado, de reojo. Se entretiene viendo fotos en Instagram. Yo observo a Sebastián, el profesor. Cuando le conté a Samu la anécdota del primer día... le dio un ataque de risa. Y normal. Ese tipo de cosas parece que solo me pasan a mí. Cuando suena el timbre, todos los compañeros y compañeras huyen en estampida. Estoy recogiendo mis cosas, cuando percibo que Sebastián se acerca a mí.
—Sara. Si quieres quédate un minuto y te resuelvo las dudas del otro día.
Se da la vuelta, en dirección a su mesa, antes de que pueda contestarle. Samu me mira. Primero, extrañado. Luego con una sonrisa gamberra.
—Tía. Aquí hay tema... —susurra.
Le doy un manotazo, para que cierre la boca, no lo vaya a escuchar alguien. Le indico con la cabeza que me espere fuera.
Me acerco a la mesa de Sebastián.
—Vaya. Que bien actúas —murmuro cuando compruebo que todos los alumnos y alumnas ya se han ido del aula, haciendo referencia a la excusa que se ha inventado.
—Ya ves —Sebastián se apoya en la mesa, enfrente de mí, con los brazos cruzados y una sonrisa galante en la boca —. Iba para actor, pero me dijeron que el sueldo de profesor de universidad tampoco estaba mal.
Le devuelvo la sonrisa. Y no puedo evitar preguntarme si está intentando ligar conmigo. Quizás otra persona lo tendría más claro. Pero yo llevo once años sin jugar a este juego. Me pilla un poco verde.
—Pues yo creo que quién tiene alguna pregunta eres tú, no yo —sentencio.
—Tengo varias. La primera, cómo te gusta el vino.
Me río.
—Soy una de las directoras de una de las bodegas de más renombre de Galicia. El vino, me sale por las orejas. Si vas a invitarme a algo, prefiero un café bien cargado. O un gin tonic, si me apuras.
Sebastián me analiza de arriba abajo, con una ceja levantada.
—Así que además de guapa, inteligente. ¿Te apetecería que nos veamos un día, fuera de aquí? Te diría que no quiero incomodarte, pero intuyo que no lo estoy haciendo.
Arqueo una ceja. Sí que tiene confianza en sí mismo.
—Te lo agradezco, Sebastián...
—Pero tienes novio. O novia, bueno —me corta.
—En realidad, no... Pero acabo de salir de una ruptura amorosa. Una ruptura múltiple.
Y no sé porque digo lo de múltiple. Aunque sí, teniendo en cuenta que rompí con dos personas en menos de un mes... pero quizás no es el momento de contarle mis dramas amorosos a un desconocido. A veces mi boca corre más que mi cabeza. Sebastián me devuelve una mirada interrogante.
—¿Múltiple? Eso quiero que me lo expliques. Aunque sea, con un café bien cargado. Ya que veo que una cita, no me vas a dar.
Sonrío y niego con la cabeza.
—No estoy para citas. Pero un café nunca lo rechazo.
Sebastián busca en el bolsillo interior de su americana una tarjeta, con su número impreso.
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La magia de dos corazones en movimiento [Parte 2 Bilogía]
RomanceSegunda parte de la biología. _____ Sara lleva tres meses en Madrid. Sara ha reído, ha vivido, ha soñado y se ha enamorado. Sara ha besado a Pol. Y luego ha huido. Pol lleva tres meses ensanchando su colección de sonrisas. Pol ha fluido, ha luchado...