19. Navidad y la piedra de la resurrección.

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Cuando entraron a la madriguera con sus maletas que habían vuelto empacar una noche anterior en Grimmauld Place, los afectuosos abrazos de Molly y Arthur los recibieron.

—¿Por qué siempre que paso tiempo sin verte regresas más delgado? —preguntó Molly apretándolo de la cintura.

—Mamá, déjalo en paz, lo vas a romper—gritó George desde el fondo, Harry le ofreció una sonrisa algo nerviosa.

—¿Cómo estuvo el viaje? —preguntó Arthur después de abrazar a Hermione.

—Tranquilo—se limitó a responder Ron.

A pesar de que Charlie, Bill y Fleur también se encontraban en el lugar, la madriguera nunca se había visto tan apagada y silenciosa.

Comieron en silencio, Harry le echaba miradas disimuladas a Molly, la cual tenía los ojos hinchados, prueba de que había estado llorando.

Harry se quedó mirando el asiento que estaba alado de George, lugar que debería de estar siendo ocupado por Fred, por primera vez estaba vacío en una navidad.

Las navidades en la madriguera siempre tenían música, sin embargo, la música de Celestina Warbeck había sido reemplazada por el sonido de los cuchillos chocando contra los platos y los leves murmullos de Ginny y Hermione que mantenían una conversación.

Harry no pudo evitar ver el reloj de los Wesley, el nombre de Fred y George siempre habían estado juntos y así seguía, era como si Fred siguiera pegado a la cadera de George, como si nunca se hubiera ido.

—¿Qué tal tu regreso a Hogwarts, Harry? —preguntó Charlie mientras se servía un poco de agua.

—¿Estás jugando quidditch? —preguntó Bill antes de que Harry pudiera articular una respuesta

—No, no he vuelto a jugar—musitó Harry un poco avergonzado mientras jugaba con la comida, sentía la mirada de todos los Wesley posada sobre él.

—He escuchado que el equipo lo está haciendo bastante bien—apuntó Hermione con tono alegre.

—Perdimos el último juego—dijeron Ron y Ginny al mismo tiempo, sus voces salieron planas.

—¿Contra quién perdieron? —preguntó George hablando por primera vez desde que se había sentado en la mesa.

—Hufflepuff, por segunda vez de lo que va la temporada—dijo Ginny algo avergonzada.

George le respondió con cara de asco.

—Harry, tienes que volver al equipo—le dijo el chico.

—Lo pensaré—respondió Harry con una débil sonrisa, recordando como Draco y él habían dicho que si volvían al quidditch, lo harían juntos.

Comenzaron a hablar sobre los últimos partidos que habían pasado hasta que la conversación se vio interrumpida por unos golpes secos de la puerta de madera.

—Ese debe ser Percy—dijo Molly con una sonrisa yendo a recibir al hijo.

Ron, George y Ginny rodaron los ojos al escuchar el nombre de su hermano.

—Sean amables con él, es navidad—los regañó su padre.

El desagrado de los menores de los Wesley pareció acabarse en cuanto vieron que Percy llevaba una bolsa de regalos.

—Esto no se siente bien—murmuró Ron en el oído de Harry mientras estaban en el suelo abriendo regalos, Harry se limitó a apretar los labios.

—Harry, toma—dijo George con una sonrisa mientras le entregaba una cajita forrada de color amarillo.

The calm before (after) the storm | Drarry |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora