The calm before (after) the storm | Drarry |

61. Esperanza.

El desastre comenzó cuando Harry apenas llevaba quince minutos leyendo uno de los libros que su mejor amiga le había prestado para que buscara información que según ella era de vital importancia para el juicio de Draco; primero resultó como algo inofensivo.

—¡Harry! —le gritó una chillona voz femenina en su oído haciendo que pegara un brinco, a la bibliotecaria no le hizo mucha gracia y lo mandó a callar, como si él mismo hubiera sido el protagonista de aquella gangosa voz, a la chica no le daba vergüenza alguna que la directora se encontrara enfrente de ellos y hubiese levantado la mirada con cara de pocos amigos en cuanto la escuchó, Narcissa, por otro lado, hizo cara de asco y ni se diga Hermione, la cual odiaba a las personas que gritaban en la sagrada biblioteca más que la mismísima bibliotecaria.

—¿Tina? —preguntó Harry confundido, la última vez que la había visto había sido el día anterior, cuando la habían sacado desmayada junto a su amiga, cuando él y Draco volaron frente a ellas.

—Es Tiffanny—respondió la chica—. Quiero decirte que te apoyo totalmente en este horrible momento y estoy segura que Draco es inocente.

Narcissa arqueó la ceja cuando escuchó eso y Ron abrió la boca.

—Umh, ¿gracias?—respondió Harry simplemente, la chica le dio un apretón en el hombro y salió disparada del lugar.

—Eso fue raro—susurró Harry a Theo, el cual soltó una risita.

Pero entonces, las cosas comenzaron a tornarse más serias.

—Harry—exclamó otra voz minutos después, haciendo que el chico volviera a salir del trance, al menos esa persona no había gritado y por otro lado, era alguien que Harry conocía bien, se trataba de Seamus Finnigan, un chico que había estado en su curso años atrás y que al igual que Neville, seguía en el castillo ayudando en el castillo pesar de haberse graduado durante la batalla.

—Seamus—respondió Harry.

—Draco siempre me dio mala espina, estoy contigo en esto, se lo que significa que te rompan en el corazón—dijo Seamus, Harry se levantó de golpe de las silla, Narcissa y Hermione tuvieron que tomarlo de los brazos, por otro lado, Ron lucía como si quisiera golpearlo de igual manera.

—Cállate, Finnigan—bramó Ron haciendo que la bibliotecaria lo callara a él.

—No cabe duda—dijo Seamus con voz de decepción—. Les lavó la cabeza a todos—dicho eso, salió disparado del lugar.

—¿Pero qué está ocurriendo con todos? —preguntó Ron estresado, cosa que tal vez nunca debió de haber hecho, porque momentos después, la biblioteca comenzó a llenarse como nunca, al principio, Harry pensó que sería por los alumnos que aún tenían que estudiar para los TIMOS, pero estaba muy equivocado.

—¡Harry, te apoyo! —había gritado una voz desconocida desde el otro extremo del aula.

—Miren, esa es la mamá de Draco, no te acerques, dicen que es la más peligrosa de toda la familia.

—Pobre, tan joven y su novio se irá a Azkaban.

—Draco no pudo haber robado nada, es el mago más rico del siglo XX según la revista corazón de bruja.

—Qué romántico, es como cuando se llevaron a Grindelwald y Dumbledore lloró—dijo una voz soñadora, como si eso fuera una trágica novela de amor.

—¿Es un requisito para ser un mago famoso ser gay?

—Harry no es gay, es bisexual.

—¿Qué no es la misma cosa?