16. Pelea de espadas.

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Harry llevaba horas leyendo las mismas oraciones una y otra vez, dentro de poco serían los últimos exámenes antes de vacaciones de navidad y tenía que estudiar todo lo que no había repasado las últimas semanas.

Se encontraba transcribiendo algunas notas de Hermione en uno de sus pergaminos cuando un estruendo de libros en la mesa lo sacó de la concentración que tanto había tardado en tomar.

—¿Y bien? —preguntó su amiga de grandes ojos azules, Harry la miró confundido.

—Buenos días, Luna—saludó Harry, volviendo a bajar la vista a su libro, Luna le cerró el libro aún con su mano dentro de él.

—Ouch—se quejó Harry para después sacar su mano de la cárcel de hojas y sobarla un poco.

—¿Qué tal te fue con Draco Malfoy? —cuestionó Luna emocionada, Harry estuvo a punto de ahogarse con su propia saliva al escuchar la pregunta, sólo Hagrid sabía que Harry y Draco habían comenzado esa especie de amistad extraña que tenían.

—¿De qué hablas? —preguntó Harry queriendo sonar despreocupado, aunque la mano que anteriormente había sido atrapada dentro del gordo libro comenzaba a sudarle.

—¡Sus manos! ¡La avispa! —exclamó extasiada.

Oh, no.

¿Qué mierda había hecho Luna?

—Me dijiste que no podías dejar pensar en manos y luego los vi sentados en la banca del jardín...

—Luna, no me digas que tú mandaste esa avispa—habló Harry intentando mantener la calma.

—Deberías sentirte agradecido que no fue un nargle—replicó la chica rodando los ojos—. ¿Tuviste una mejor visión de las manos de Draco?

—¡Draco pudo resultar herido! —replicó Harry, sintiéndose patético. No podía creer que estaba defendiendo a Draco contra el ataque de una avispa.

Luna lo miraba con una sonrisa gigantesca.

—¿Acaso es Draco...?

—No, acaso Draco nada—soltó Harry.

—¿Por qué están hablando de Draco Malfoy? —preguntó Hermione sentándose en la mesa con una pila de libros, Ron le ayudaba con otra pila más grande que la que ella tenía.

Ron miraba atentamente a Harry.

—Hagrid me dijo que lo llevaste a la cabaña—apuntó Ron, Hermione miró a su novio con expresión perpleja.

Harry se sentía agradecido que al menos Ron no le hubiera contado a Hermione, pero también estaba enojado por soltar la bomba en ese momento.

—¿Por qué llevaste a Draco a donde Hagrid? —preguntó Hermione, su voz salió con genuina curiosidad, Harry se sentía raro hablando sobre Draco de manera...pacífica.

—A Draco le picó una avispa el otro día y Harry tuvo que llevarlo con Hagrid—contestó Luna de manera alegre antes de que Harry pudiera abrir la boca, sentía las mejillas rojas y el calor invadiendo todo su cuerpo, a pesar que la biblioteca estaba helada.

—¿Por qué no lo llevaste a la enfermería? —inquirió Hermione mientras tomaba uno de los gordos libros y lo abría.

—¿Por qué estabas con Draco? —preguntó Ron, en otra ocasión su voz hubiera sonado a la defensiva, pero por alguna razón Ron parecía bastante sereno.

Tal vez eso sucede cuando te haces novio de Hermione.

—Me lo encontré en el camino, eso es todo—dijo Harry abriendo el libro que Luna había cerrado momentos antes.

The calm before (after) the storm | Drarry |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora