38. Álbum familiar y cicatrices.

226 35 7
                                    

—¿Estás seguro de esto? —preguntó el chico por enésima vez en la mañana—. ¿Crees que le parezca correcto que lleguemos juntos?

—Por décima vez, sí, Harry—le contestó Draco.

La noche anterior desde que habían vuelto de su desastrosa cita de las calles de Londres y minutos más tarde de que Harry haya dejado a todo el vecindario sin luz para poder besar cómodamente a su novio, el chico había decidido que quería visitar a su madre y Harry se encontraba más nervioso que nunca.

—Cariño, harás un hoyo en el suelo si sigues caminando de un lado al otro—replicó Draco, tomándolo de los hombros para que se detuviera—.Genuinamente no entiendo por qué estás tan nervioso—dijo ingenuamente.

Harry quería arrancarse el cabello del estrés.

—¡Conoceré a tu madre!

—Técnicamente ya la conoces, amor.

—Sí, pero ahora soy tu novio, ¿y si no le agrado?

—Mi madre te adora, Harry, te lo he dicho cientos de veces—le aseguró—. Pero, si tan nervioso te sientes podemos posponer la comida para después, no pasa nada—dijo tranquilamente, Harry negó con la cabeza varias veces, sabía lo mucho que Draco quería ver su madre.

—No—se negó Harry rotundamente—. Ya acordaste con ella, tenemos que ir.

—De acuerdo—respondió Draco con una sonrisa, se notaba que estaba feliz por ver a su madre—. ¿Nos vamos de una vez?

Le extendió la mano, Harry tragó saliva, aún le ponía algo nervioso usar la aparición con alguien que no fuera Hermione, pero sin pensarlo mucho la tomó y a los pocos segundos se encontraban en la mansión Malfoy.

Llegaron al salón principal, las últimas veces que Harry había estado en ese lugar había sido por situaciones muy diferentes a esta.

Esta era una situación especial, era un momento feliz.

—Draco—dijo Narcissa feliz al ver a su hijo ahí, se sorprendió cuando vio a otra persona en el lugar—. Y Harry—murmuró sorprendida.

—Madre—contestó Draco emocionado corriendo a su madre, la señora lo tomó entre sus delgados y largos brazos y lo abrazó fuertemente, Harry los observó con una sonrisa enternecida en su rostro.

Adoraba ver a su novio feliz, la familia de Draco era pequeña, pero había amor en ella.

—No sabes el susto que tuve cuando me enteré que alguien había profanado Hogwarts, pensé lo peor—dijo la señora con los ojos cerrados, aún abrazando a su hijo.

—No ocurrió nada grave, madre—dijo Draco separándose de ella con una sonrisa—. Fue sólo una travesura de Blaise y Theo.

La señora lo miró con las cejas arqueadas y una sonrisa, parecía ser que la Señora Malfoy se encontraba acostumbrada a las travesuras de los amigos de Draco, Harry carraspeó cuando la familia se separó, se acercó extendiéndole la mano a la mujer.

—Señora Malfoy—saludó, la mujer le tomó la mano y la agitó un par de veces, claramente sorprendida por el formalismo del chico.

—No me llames así, Harry, nos hemos hablado antes con menos formalidad—dijo Narcissa simpáticamente.

—¿Cómo has estado, Narcissa? —preguntó Harry un poco más relajado al escuchar como se había dirigido a Harry.

—Excelente, gracias, ¿y tú? —contestó Narcissa mientras movía la varita, en seguida una bandeja de plata con dos copas de agua salió de la cocina.

The calm before (after) the storm | Drarry |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora