PEDRI
Había pasado aproximadamente una semana desde ese almuerzo, todo estaba siendo justo con Valeria, conmigo no.Lucas tenía una oportunidad muy grande, que no podía rechazar, una oportunidad única. Su padre había aceptado. El se iría mañana por la mañana, yo lo ira a dejar. Sinceramente este niño me tenía muy orgulloso, había logrado todo esto el solo, con su talento. El fútbol.
El estaba dispuesto a quedarse en Barcelona el solo. Lo hacía por que quería llegar a más, por su amor al fútbol, dejaría todo en California.
Cada día me impresionaba más.
Con Valeria, supongo que estaba todo bien, desde ese beso inesperado, no nos hemos podido ver, ya que ella ahora tiene una nueva vida, un nuevo trabajo, y también un deporte el cual le encanta, y vive por el, la hípica.
Todo estaba yendo de maravilla, con ellos.
Conmigo no tanto.
Estaba sobre pensando mucho las cosas, y simplemente dudaba mucho de mi, de lo que estaba sintiendo ahora mismo.
Valeria no la notaba segura de lo que quería.
Mis pensamientos eran de lo peor.
Y cada día que iba a entrenar, no me recibían de buena manera, no como lo hacían antes.
Antes era tipo "buena suerte Pedri" "que tengas un buen día" "te queremos Pedri" eran algo así.
Mis mañanas se volvían geniales gracias a esas palabras, palabras que me hacían sentir querido por los demás.
Palabras que me llenaban de ganas de seguir haciendo lo que hago, jugar al fútbol.
Palabras que me impulsaban a seguir, y no parar nunca.
Pero a veces me agobiaban demasiado, no los mensajes, la gente.
En algunos días niños se atravesaban en la carretera, no me dejaban seguir, en algún momento me llevaría a más de uno.
Pero ahora las palabras eran así "Pedri ella no te quiere" "te has enamorado de la incorrecta" "pedri hay mejores" "Pregúntele a Gavi que tal tu chica" "Esa chica no te merece Pedri" "Te quiere solo por la fama, habré los ojos, hombre" "Pedri es verdad que sales con la chica sin futuro?" Y podría seguir pero no quiero afectarme mas, y perjudicarme mas dolor.
Ya ni las buenas mañanas me dedicaban, y las que decían eso eran chicas.
Antes me alegraban la mañana, pero ahora me la amargaban.
Sonará raro y feo, pero había conocido a una chica, no Valeria, no, era una amiga de unos amigos de Canarias, no tenía nada con ella, pero empezábamos a hablarnos. Era diferente.
No quería nada con ella, no buscaba nada. Pero me interesaba mucho, teníamos muchas cosas en común, al igual que con Valeria.
Pero eran dos personas totalmente diferentes.
Valeria ya no se ni lo que quería, desde ese beso no se que paso, perdimos un poco de contacto.
La dejé de ver, y ya no había probado sus labios desde el almuerzo de la otra vez.
No es que pierda el interés rápido, por que no es así, Valeria era única. Siempre estuve enamorado de ella, desde pequeño, jamás he perdido el interés en ella.
Pero veo que ella en mi si.
Tampoco me tenía que aferrar tanto a ella, por que se iría en menos de tres semanas, tenía que dejarla ir, no podía ir atrás de ella, pero tampoco quería dejarla ir, por que no quería que pasara lo de la noticia, de California, no quería que acabara así de nuevo.
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Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-
RomanceValeria y Pedri se conocen desde los 6 años, ambos han estado enamorados desde los 8 años, pero no lo demuestran por miedo al rechazo.