-No se que ponerme.-me susurre a mi misma, viendo todas las opciones que tenía en mi cama.
Pablo me había invitado a una cena de su equipo, irían todas las esposas de los jugadores, el quería que lo acompañara con Liam, así que no he tenido otra opción que aceptarle.
Por lo que me dijo, la cena sería elegante, el iría en traje, todos irían en traje.
Y supongo que todas las chicas irían en vestido.
Así que por la tarde, el y Liam han ido de compras, yo me he quedado a pensar en que me pondría, por qué tenía demasiada ropa nueva en mi clóset que nunca usaba, y no me gustaría gastar en más.
Pablo ha ido a comprarle un traje a Liam, y también uno para el.
A el no le gustaba la idea de ir en traje, pero así le habían dicho, tenia que cumplirles.
Había sacado casi toda mi ropa de mi clóset, y no podía encontrar nada.
Pablo se había encargado de cambiar a Liam.
Al final opté por ponerme un vestido de color azul marino, sin mangas, era largo en una de mis piernas tenía una abertura, la cual dejaba ver una de ellas.
Este vestido era nuevo, jamás me lo había puesto, no se por qué.
Cuando me lo puse, me vi al espejo que tenía enfrente de mi, y quedé impresionada.
Mi cuerpo estaba perfecto, hermoso.
El vestido marcaba cada una de mis curvas.
Desde que tuve a Liam, mi cuerpo cambió por completo, pero después intenté recuperarme, y lo conseguí.
O eso creía yo.
Me puse unos tacones que eran color piel, quedaban espectaculares con el vestido.
-Perfecto.-sonreí al verme.
Coloque algunos aretes, y un collar.
En el cabello llevaban hondas, y mi maquillaje era más pesado que el de otros días.
Llevaba mucho más maquillaje, me vería mejor.
Tenía los labios rojos, pero no me gustaba para nada como se veían con el vestido, así que me los cambié por un color más suave.
Un color un poco marrón, pero no tan fuerte.
Cuando acabe, cogí mi bolso, y bajé las escaleras.
Y ahí estaban los dos hombres esperándome.
-Guau...-murmuraron los dos, viéndome de abajo para arriba.
-Estás hermosa, mamá.-me dijo mi hijo.
-Gracias cariño.
Gavi no podía dejar de verme.
-Estás espectacular...perfecta en todos los aspectos.-se atrevió a decir.
-Gracias...tu tampoco estás tan mal, ya podemos irnos.-les dije, avanzando hacia la puerta.
Pablo se apresuró, y puso a Liam en su asiento de atrás.
Yo me fui en el asiento que estaba a la par de el asiento de el copiloto, esperando a que Pablo arrancara.
Cuando lo hizo, cogió mi mano, y con la otra manejaba.
Puse música para que tuviéramos más ambiente.
Ya saben de quién.
-¡Taylor Swift!-gritó Liam, escuchando la voz de su cantante favorita.
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Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-
RomanceValeria y Pedri se conocen desde los 6 años, ambos han estado enamorados desde los 8 años, pero no lo demuestran por miedo al rechazo.