-Listo, se ha quedado completamente dormido...-dijo el mirando a Liam, con una sonrisa.
-¿De verdad lo quieres?-le pregunté, confundida.
-Lo amo, haré lo que sea por el.
-Vale...
-Tengo que irme a casa, ya es muy tarde.
Dejó un beso en la frente de Liam, para después bajar las escaleras.
Yo lo seguí.
Ya era de noche, algo le podría pasar.
Había un cuarto extra, que era para invitados.
Podría dejar que durmiera ahí.
No sabía que lo que hacía.
Probablemente la cagaría.
-Oye...ya es demasiado tarde para que manejes a estas horas. Tengo un cuarto para invitados, podrías quedarte ahí. Claro, si te apetece.-comenté con pena.
-Estaré bien, no quiero incomodarte estando aquí.
-No lo harás, solo quiero que estés bien.
-¿Qué esté bien?
-Si, bueno, a Liam le harás falta, a mi no eh.
Empezó a reírse.
Extrañaba ver esa sonrisa.
Sonreí con el cuando miré como reía.
-¿O prefieres morir a media calle?-me puse de brazos cruzados.
-Vale, tomo la primera.
-Bien. Sígueme, aquí está el cuarto.
Escuché como seguía mis pasos.
-Es este...
Abrí la puerta de el cuarto, para que el pasara.
-Se ve cómodo.
-Lo es.
-¿cómo sabes?
-Me venía a quedar a dormir aquí cuando me enfada con mi padre.-conté poniendo mi cabeza contra la puerta.
-¿Puedo saber por qué te enfadabas con él?
-Por ti. El me decía que tú no eras el correcto, siempre me lo decía. Pero yo era feliz. Cuando me enfadaba contigo y no llegaba de buenas a casa.
-Vale, me quedo con eso, no quiero saber más.
-Esta bien.-reí.
El se acomodó en la cama.
-¿Dormirás así?-le pregunté mirando su ropa.
-Si...¿por qué?
-Es incómodo, para ti.
-Bueno, no tengo más ropa.
-Ahora vuelvo.
Camine hacia el cuarto en el que Pablo dormía, y cogí una pijama y una camiseta, aunque a Pedri le gustaba dormir sin camiseta.
-Tengo esto, la camiseta se que no te servirá de mucho, pero bueno, la traje por si la necesitas.
-¿Y esto? ¿De quién es?
-De Gavi.
-¿Gavi vive aquí?
-Si.
-No me jodas, pues me voy ahora mismo.
-No, el no vendrá ahora, ha tenido una emergencia con su familia.
-Pensé que vivías tú sola con el niño.
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Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-
RomanceValeria y Pedri se conocen desde los 6 años, ambos han estado enamorados desde los 8 años, pero no lo demuestran por miedo al rechazo.