Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-

•77•¿Papá?

PEDRI
Le seguí cada paso a Valeria.

Hasta que llegamos, y ahí estaba la madre de Gavi, Aurora, y Pablo.

Me daba vergüenza verlos, por qué ellos seguían enfadados conmigo.

La madre de Gavi, hizo una cara de mal gusto cuando me ha visto.

Al igual que su hija.

-¿Pedri? ¡Pedri!-reacciono Liam, al verme.

Debería llamarle hijo...

Salto de las piernas de la madre de Gavi, y corrió a mis brazos.

Pero se detuvo, para preguntarle a su madre.

-¿Puedo abrazarlo, mamá?-le preguntó el.

Valeria asintió sonriendo.

-¿perdona? ¿Que Valeria?-dijo Aurora indignada.

-Shhh.-le dijo Gavi.

Abrace a Liam, fuertemente.

Era mi hijo.

Bese su cabeza una y otra vez.

Muchas lágrimas salían de mis ojos.

-¿Por qué lloras?-pregunto el mirándome preocupado.

-Eres mi hijo...-murmure mirando sus lindos ojos.

Se parecían a los de su madre.

-¿Que? No, yo no tengo padre, solo a mi tío Gavi.-dijo señalándolo.

-Eres mi hijo, tu apellido es González y el mío también.-dije mirándolo.

-¿Es verdad, mamá?-le preguntó el pequeño mirándola.

-Si, cariño.-mencionó ella, llorando al igual que yo.

-¡Eres mi papá! ¡Pedri, es mi padre!-dijo feliz, volviéndome a abrazar.

Aurora no se miraba convencida, ni su madre.

Gavi solo nos miraba sonriendo.

Valeria corrió a sus brazos.

VALERIA
No podía decir cómo me sentía de satisfecha en este momento.

-Lo habéis logrado.-susurró Gavi cerca de mi oído.

-Te quiero, te quiero, te amo, Gavira.-le dije abrazándolo fuerte.

-Yo igual Varí.

-El será feliz.

-Lo será...

-¿Seguirás con nosotros?-quise saber, apartándome de él.

Quedando cara a cara.

-Siempre lo haré.

-Aunque te cases, tengas hijos, y tengas una vida ya hecha. ¿Seguras con nosotros?

-Seguiré con vosotros hasta el fin del mundo. Que este Pedri no significa que mi vida con vosotros ya ha acabado, no. Me da igual lo que el piense, seguiré contigo, sin importar lo que pase. ¿Vale?

-Vale, te quiero.-le dije abrazándolo.

-Ve con ellos, ahora.

-Bien.-dije corriendo hacia ellos.

Pero un brazo me detuvo.

Y era Aurora.

-¿Que has hecho?-preguntó mirándome confusa.

-Lo correcto.

-¿Que dices? ¿Tonterías? No era lo correcto Valeria, no lo era.

-Si lo era, mi hijo también lo necesita.