•71•Tío Gavi.

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GAVI

Tome mi vuelo hacia California, dispuesto para ver a Valeria y a Liam.

Mi niño de tan solo 4 años.

Cuando Valeria empezó a tener contracciones con el embarazo, le pedí a Aurora que viajara y se quedara con ella unos meses, hasta que el nene naciera.

Quería cuidarla como a nadie en este mundo.

A Pedri jamás le mencioné nada sobre el bebe, Valeria me pidió que no lo hiciera, y le hice caso.

Era difícil, por que Pedri era tan preguntón, y más aún que quería saber donde estaba Valeria, que era la sorpresa que Valeria le mencionó.

Como el sabía muy bien, de que yo hablaba todos los días con Val.

Pero aún así le dije que yo no hablaba con ella, si no con sus amigas, las cuales me decían cómo iba todo.

Pero no era así.

Lo bueno es que se trago completo esa mentira.

Me dolía por que el era uno de mis mejores amigos, pero yo tampoco podía perdonarle lo que hizo.

Cuando llegue al aeropuerto, Valeria me iba a recoger con Liam.

Lo cual me emocionaba demasiado.

Pues ya que los veía tres veces al año.

Y cuando Xavi nos daba semanas de descanso.

Por eso casi siempre ponía todo de mi, pensando en ella, para que nos dieran descanso, y yo pudiera ir con ella.

Pedri aún seguía enamorado de ella...

Sin embargo, a ella ya no le importaba nada de él...

Cuando baje del avión, camine hacia la salida, con mi maleta, la capucha de mi suéter puesta, y unos lentes.

No necesito explicar el por qué.

Los busque, y los busque, pero no los veía.

Me quite los lentes y el gorro, para que ellos intentaran buscarme.

Mire rectamente y los vi a los dos, buscándome.

Agarrados de la mano.

Sonreí al verlos...

Me quedé ahí, hasta que el pequeño Liam, miro hacia el frente y soltó la mano de su madre.

-¡Liam!-dije Valeria al ver que su hijo corrió de sus manos.

Me agaché y extendí mis brazos.

-¡Tío Gavi!-gritó el pequeño corriendo hacia mi, con esas pequeñas piernas.

Sentía que en algún momento se caería.

Llegó a mis brazos y lo extendí por el aire.

Valeria sonrío y camino hacia nosotros.

Lo abrace como si fuese un peluche.

Era tan pequeño en mis brazos.

Con un brazo lo cargué, y con el otro lo extendí, para abrazar a Vale.

Bese su cabeza.

Era de lo más feliz cuando los tenía tan cerca.

-Te extrañamos mucho, ¿verdad mama?-le preguntó Liam a Val.

-Claro.-respondió ella.

-Yo también lo he extrañado mucho eh.

-Te hemos visto jugar en la tele, ya no tienes que sacar tarjetas amarillas en todos los partidos.-me contó Liam.

Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora