Cuando terminamos de desayunar, Pedri se fue a cambiar, dispuesto para irse a su casa.
Pero Liam lo detuvo, y le dijo que miraran las caricaturas juntos.
Y ahí se quedó.
El timbre sonó.
No esperaba a nadie.
Cuando abrí la puerta me encontré con la grandiosa sorpresa de ver a Pablo parado con un ramo de tulipanes rosas en sus manos.
Sus ojos estaban rojos, y se miraba cansados.
El intentó dedicarme una sonrisa.
Y yo lo hice igual.
Extendió sus manos para entregarme el ramo de tulipanes, pero solo me lance hacia el, para abrazarlo.
Sentí como el necesitaba ese abrazo.
-¿Qué tal?-le pregunté separándome de él y mirándolo de puntillas.
-No tan bien, pero ya está en recuperación.
-Menos mal, necesitas descansar...
-Que va, me he dormido todo el día, desde que llegué al hospital.
-Tus ojos dicen otra cosa.
-Dormir es lo único que no quiero en esta vida.
-¿Disculpa? ¿Estás bien? Dormir es lo mejor que hay en este mundo.-hablé indignada.
-Para ti, dormilona.-rio poniendo su dedo índice en mi nariz, haciendo que la arrugara.
-¿Y esto?-le dije mientras recibía el ramito.
-Bueno, una recompensa por dejaros solos ayer por la noche.
-No era necesario.
-Si.
-No, no y no, me conformo con solo ver que estás bien.
-Bueno, pero me gusta ser detallista. Con diferentes personas.
-Vale...puedes pasar.
-¡Gol! ¡Te he ganado papá!-gritó Liam, celebrando.
-¿Qué cojones?-dijo Gavi al ver a Pedri sentado en el sofá.
-Puedo explicártelo, pero aquí no.-dije llevándolo del brazo hasta el patio.
-Me voy medio día, ¿y aparece Pedri aquí? No jodas Valeria.
-Mira, Liam ayer necesitaba verlo, así que lo hemos llamado, y ya era demasiado tarde para que el se fuera para su casa, entonces lo he dejado que se durmiera en el cuarto para invitados. En unos minutos más se va.
-¿Habéis cogi-ni siquiera lo dejé terminar.
-No, no jamás.
-Júramelo.
-Te lo juro por lo que más quieras Gavira, no sería tan tonta.
-No me mientas Valeria.
-No te estoy mintiendo Pablo, estoy diciendo la verdad.
-Vale, te creeré.
-Gracias. Ahora podemos regresar a casa.
-¡mamá puedo ir con mi padre, el me llevará a un parque de diversiones! ¡Por fa! ¡Por fa!-me pidió el.
-¿Que? No, te quedas conmigo.
-¡Déjame ir!
-No Liam, es peligroso.
-¿Peligroso? Estará conmigo. ¿No confías en mí?-habló Pedro.
-No, Liam se queda conmigo.
-Recuerda que también es mi hijo.
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Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-
RomanceValeria y Pedri se conocen desde los 6 años, ambos han estado enamorados desde los 8 años, pero no lo demuestran por miedo al rechazo.