Escuché cómo respondió cuando el mensaje cayó en mi móvil, pero no lo mire.
Nos montamos al coche de Carla, la cual iba a manejar por que era la única que sabía.
Gavi un poco pero tampoco era de fiarse, no tenía ni un carnet, estaba por sacarlo.
Nos tardamos aproximadamente 20 minutos, minutos no tan aburridos en el coche.
Ellos había mejorado mi día.
-Hemos llegado-anunció Carla bajando del coche.
-¿Que se supone que aremos aquí?-pregunte.
Habíamos llegado hasta una montaña.
-¡Montaremos bicicletas!-exalto, con las manos arriba y una sonrisa en su cara.
Oh no.
Yo era muy mala con las bicicletas.
Me odiaban, siempre tenía que caerme.
-Joder, pues que divertido-dijo Gavi.
-Motivaros, yo iré en un patin, vosotros no se-se encogió de hombros.
-Yo no soy buena manejando ninguno-advertí.
-Pues aprenderemos. Venid-dijo, Gavi se quedó parado mientras yo caminaba ala dirección de Carla-. Los dos.
Gavi se movió renegando.
-¿Hay opción de ir andando?-dije apenada.
No quería matarme.
Tenía seguro que me caería.
-No. Gavi es muy bueno manejando bicicletas, podrían ir los dos en una.-propuso Carla.
Me giré a ver a Gavi.
De verdad que no quería montar bicicleta y pasar pena.
-Es tu opción-dijo Gavi.
-Vale, no hay de otra-me alce de hombros.
-Te divertirás, conmigo nadie se aburre-guiño.
-Yo si.
-No te has aburrido la vez de la playa-sonrío con malicia.
-Idiota-le di un golpe en el hombro, por el que se quejó tocándose la parte del golpe.
-Podéis dejar el romance a un lado, y ayudarme a llevar esta bicicleta?-hablo Carla, con la bicicleta de nosotros dos me una mano, y si patin en la otra.
Gavi y yo corrimos a coger la bicicleta.
Y a montarnos.
No me fiaba de Gavi.
-¿Estas seguro? Puedo ir andando, para no caernos-propuse.
-Seguro. Anda móntate en la parte de atrás, o prefieres manejar?-me pregunto.
-No, no, yo voy atrás-negué.
El soltó una risita.
-Bendícenos señor mío-rece cerrando los ojos.
-Deja de ser dramática, no nos pasará nada, lo juro-se monto en la parte del frente.
-No me fio tan rapido Pablo-dije preparándome para este error.
-¿Como me ha llamado?-se volteo viéndome.
-Normal, es tu nombre-me encogí de hombros.
-Dilo.
-No, anda empieza a manejar-señale con mi cabeza el timón de la bicicleta.
-No hasta que me digas cómo me has llamado-se negó.
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Un reencuentro inesperado en Barcelona -Pedri González-
RomanceValeria y Pedri se conocen desde los 6 años, ambos han estado enamorados desde los 8 años, pero no lo demuestran por miedo al rechazo.