༶• 𝐍𝐚𝐲𝐞𝐥𝐢 •༶ ๑ 𝐴𝑜'𝑛𝑢𝑛𝑔 𝑋 𝑁𝑒𝑡𝑒𝑦𝑎𝑚 ๑

🌊ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕋𝕨𝕖𝕟𝕥𝕪 𝕋𝕙𝕣𝕖𝕖🌿

Harto, eso estaba, harto de caminar a cada rincón de la Isla buscando a Ao'nung. Anoche no durmió, pero aún así no se detenía, se canso de buscarlo en cada parte posible, pero no lo encontraba.

—¿Por qué tiene que hacer esto más complicado...?—se dijo a si mismo con frustración.

Se detuvo a pensar un poco, en los posibles lugares en los que podría estar Ao'nung. En la Isla no estaba, tampoco en el bosque, el Olo'eyktan dijo que él no había querido salir esa mañana del Marui, lo mismo dijo la Tsahìk, Roxto dijo que desde anoche tampoco lo había visto, entonces sólo quedaba ir a buscarlo en su Marui. El único lugar donde no fue era la choza de los Jefes, por lo que se apresuró a ir hacía allí.

Era necesario que hablara con Ao'nung, lo necesitaba, pues tal y como dijo él ayer, realmente tenían mucho de que hablar, pero Neteyam no lo quiso aceptar.

Decidió dejar a Nayeli junto a sus padres, pues, él sólo tenía pensado disculparse y hablar con Ao'nung, sin incluir a su hija en todo eso. Aún no estaba listo, ni se sentía listo para revelarle aquel gran secreto a Ao'nung.

Al estar cerca del Marui pudo suspirar con tranquilidad, pero sin duda se quedó sin aire al ver a su hermano salir de ahí, entonces cuando pensó lo peor, pudo distinguir a Tsireya junto a su hermano, sin duda a la chica se le notaban las lágrimas que aún brotaban de sus ojos. Su preocupación creció aún más, y no dudo en apresurarse a correr hacía el Marui. Un millón de ideas pasaron por su cabeza, pero la primera fue que su hermano tuvo una pelea con Ao'nung, y si tuvieron una pelea debió de haber sido fuerte, pues Tsireya no lloraría por una pelea común... Pero si ella estaba con Lo'ak, ¿Quién estaba con Ao'nung? ¿Y si él estaba herido?

Una vez corrió las cortinas que cubrían la entrada, lo primero que pudo ver fue a Ao'nung sentado, dándole la espalda. Entonces se acercó con cuidado a él.

—¿Qué quieres ahora?—Neteyam se quedó inmóvil al escucharlo.—Si quieres pelear otra vez, mejor lárgate de aquí, Lo'ak.

Sin duda era lo que sospechaba, ambos habían peleado.

—No es Lo'ak, soy yo... Neteyam.—Ao'nung volteo con rapidez, sorprendido de ver al chico frente a él, con una expresión serena.—Hola, Ao'nung...

Neteyam apretó los puños al ver el claro golpe en el rostro de Ao'nung, la sangre aun se podía ver saliendo de su nariz y labio.

—Neteyam...—él apretó los labios, y de inmediato el sabor metálico de la sangre se apoderó de su boca, no pudo evitar soltar un pequeño quejido ante el dolor de su labio herido, dando un suspiró.—¿Qué haces aquí...?—preguntó por lo bajó, sintiendo como los dedos del chico tocaban el golpe en su mejilla con cuidado.

—Quiero hablar contigo... Pero, parece que tuviste un problema con mi hermano.—Ao'nung no pudo evitar bajar la mirada, entonces, por primera vez noto algo que le hizo dar un escalofrío, antes no lo había notado porque no podía mirar más a detalle el cuerpo de Neteyam, pero sin duda se sentía un completo idiota por no notar antes la clara cicatriz que tenía Neteyam en su vientre.—¿Tu madre tiene algunas plantas medicinales aquí?, esos golpes se pondrán aún más feos si no los curó con algo...

Al ver al chico levantarse para comenzar a buscar algo para sus heridas, no pudo evitar sentir otra vez que era lo peor. ¿Por qué él lo quería ayudar?, después de haberlo echo sufrir, lo menos que podría hacer él es ayudarlo.

—No importa, Neteyam.—él no le dio importa a sus golpes, sólo se dispuso a mirar al chico, en como continuaba buscando algo para curar sus heridas.—¿De qué querías hablar?.—al ver como Neteyam no le presto la más mínima atención, se acercó a él y sujetó su mano, evitando que continuará rebuscando entre las plantas medicinales que habían por ahí.—Estoy bien, enserió. Dijiste que querías hablar.