༶• 𝐍𝐚𝐲𝐞𝐥𝐢 •༶ ๑ 𝐴𝑜'𝑛𝑢𝑛𝑔 𝑋 𝑁𝑒𝑡𝑒𝑦𝑎𝑚 ๑

🌊ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕋𝕙𝕚𝕣𝕥𝕪 𝔽𝕠𝕦𝕣🌿

La noticia sobre el estado de la pequeña bebé no paso más allá de la familia. De un momento a otro, toda la familia Sully se encontraba junto al hijo mayor, no sólo ellos, también se encontraban los hijos del Olo'eyktan junto a su amigo, Roxto.

Neytiri permanecía abrazando a su hijo, a la vez que ella era abrazada por su esposo e hija menor. Neteyam, quien tenía la mirada perdida, no había emitido palabra desde que la Tsahìk se llevó a su bebé, tampoco quería aceptar nada que le dieran, no había comido ni bebido nada, simplemente se quedó allí sentado, como si estuviera paralizado, sus ojos estaban hinchados y ardían por las lagrimas.

En una esquina apartada de aquella choza, Ao'nung se encontraba en el mismo estado que Neteyam, pero él al menos podía pronunciar palabras cortas y con una voz apagada. Tsireya y Ta'rik, ambos se mantuvieron cerca de su hermano mayor, mientras intentaban de alguna manera hacerlo sentir calmado, "Ella esta en buenas manos, mamá la va a ayudar", fueron las palabras de Tsireya a su hermano, y Ao'nung no dudaba que estaba en buenas manos, pues de todas las Na'vis médicos, Ronal era la mejor en sus prácticas médicas, siendo la más destacada no sólo por ser la Tsahìk, pero de igual manera él seguía preocupado y asustado.

Por otro lado, estaba el ambiente alterado de los hermanos Sully. Kiri apretaba con fuerza la mano de Roxto por lo nervios, y el Metkayina podía jugar que en cualquier momento le rompería la mano. Y Lo'ak, él estaba a punto de perder la poca cordura que le quedaba, trataba de mantenerse calma en todos los aspectos posibles, pero era imposible.

Y para sorpresa de la mayoría, otra presencia se adentro en el Marui, la mayoría levantó la mirada con la esperanza de que fuera Ronal quien había llegado, pero rápidamente sus esperanzas se esfumaron al ver a la joven Metkayina mirando con tristeza. Nimet miró con preocupación a su prometido sentado con la mirada perdida, trago en seco antes de llamarlo.

—Ao'nung... Quiero hablar contigo, es importante...—habló en voz baja la joven.

Tsireya quería responder por su hermano para pedirle a la chica amablemente que se retirara, pero tan pronto habría la boca, Ao'nung ya se había levantado y se dirigía a la chica. Él le indicó que salieran a fuera, para no molestar a los demás con su charla.

—¿Qué es tan importante, Nimet?.—preguntó con algo de desinterés.

—Necesito saber porque Ronal no vino a verme, se supone que me ayudaría con mi vestimenta para nuestra ceremonia. ¿Por qué no vino?.—ante las palabras de su prometida, Ao'nung suspiró pesado.

En estos momentos, lo menos que quería era discutir sobre ese tema en particular con ella.

—Mi madre está ocupada, te ira a ver cuando tenga tiempo, pero ahora no, así que por favor... Regresa con tus amigas.—aquella respuesta no pareció gustarle a la Metkayina, pues frunció el entrecejo, mirándolo con seriedad.—Y para la próxima, asegúrate que sea un tema realmente importante del que hablar.

—Es un tema importante, es nuestra ceremonia...—habló con tristeza.

Estaba a punto de irse de allí, pero la chica volvió a abrazarse de él con fuerza, evitando que se moviera. Él suspiró cansado, llevó sus manos a los brazos de la chica para quitarlos de alrededor suyo, volteando y mirándola con seriedad, pidiéndole otra vez que regresará a su Marui y que luego la Tsahìk la vería, pero a ella seguía sin gustarle esa idea, por lo que Ao'nung sin más se dio vuelta y volvió a entrar en el Marui, ignorando los llamados de la chica detrás suyos, que de a poco comenzaban a tornarse en reclamos, y por último, escucho a la chica quejarse e irse rápido de ahí.