Capítulo №19

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El agua cae con fuerza y es caliente para que afloje mis músculos, como tenía previsto, el día había Sido muy agotador, y para culminar, la merienda dónde peleé con Josh. Enjuago el acondicionador de mi largo cabello y me pongo el gel hidratante con perfume en la ducha, me deja la piel sedosa y con un aroma delicioso. No voy a tener sexo, pero aún así me gusta estar siempre impecable aunque sea solo para mí. Al salir me baño en body splash aunque después me vaya a poner mi perfume, me seco el pelo y pongo crema de peinar para hidratarlo, tiene un olor a flores hermosas. Con todo lo que me pongo me pueden oler a kilómetros.

Me envuelvo en la toalla y voy a mi habitación a ver qué es lo que me voy a poner y qué ropa demás llevaré. Me sujeto el puente de la nariz no pudiendo creer lo que voy a hacer, seguir las ocurrencias de Ethan solo yo puedo hacerlo. Su propuesta consiste en que vaya a cenar y me quedé a dormir, a lo que yo respondí que no iba a ir a acostarme con él, y él insinuó que ese no era el fin, sino pasar tiempo juntos. La verdad no me veía quedándome a dormir en su casa y fingiendo felicidad y reconciliación, si bien acepté a hacerlo, estoy sumamente en conflicto conmigo misma. La mitad quiere todo, y la otra no quiere nada.

—Soy una estúpida, pero solo porque estoy enamorada —me digo a mí misma mientras tomo el bolso de gimnasio y meto ropa ahí.

Todo normal, sandalias, zapatillas, calzas cortas, remeras, vestidos, ropa interior. Nada para salir o que sea para una noche hot, no, ese no es mi plan, que obviamente si se da nunca me negaría a tener sexo con Ethan, pero no quiero que sea planeado y obvio, quiero ver qué tan cierto es todo esto, quiero ver qué tanto puedo confiar en él.

Pero odio admitirlo, estoy tan emocionada que me tiemblan las piernas. Esto era lo que quería durante estos años, deseaba que un día llegue Et en sus cabales, me suba al caballo y me lleve al castillo. Y justo en este momento donde se me escapa una sonrisa, aparece la sombra por mi hombro izquierdo y me recuerda que él estaba siendo feliz con alguien más, que no volvió por mí, sino por obligación y al quedarse aquí está conmigo por estar, que nunca me llamó ni siquiera para saber cómo estaba, que no le interesaba, que Ethan no me ama, solo me usa como Josh dijo y ha demostrado. Y así como así me desinflo, me siento en la cama a mirar mis pies y contemplar mi decisión, maldita bipolaridad que me sube y baja el ánimo, no puedo dejar que mis pensamientos me dominen, tengo que verlo con mis propios ojos.

Me cambio, uso un vestido color lila, pegado a la parte superior y suelto por debajo, a media pierna, y sandalias bajas. Me pongo brillo labial y máscara de pestañas, perfume y listo. Termino de juntar todas mis cosas para pasar unos días si es necesario y voy a la cocina a ponerle suficiente comida y agua a mis gatas para que no mueran. Dejé 3 bateas de piedras y las ventanas abiertas del balcón. Estarán bien.

Al llegar a la casa me acerco al portero eléctrico y me tomo el atrevimiento de ingresar la clave que tenía hace años, y para mi sorpresa, Ethan nunca la cambió. El portón corredizo se abre e ingreso lento, vuelvo a presionar para cerrar y con ambas manos a las 10 en el volante, voy a paso de hombre, admirando el lugar, las luces, los ruidos, los olores, todo. Catán viene corriendo a prisa, y seguido a la distancia, veo a Et salir por la entrada principal de la casa.

Shorts y camiseta sin mangas, descalzo, con el pelo húmedo, y sonriendo. Me pregunto cómo debo saludarlo, me pregunto también cómo debo proceder esta noche, ¿qué hago bien y qué hago mal? Al bajar catán me da una embestida que empuja contra el auto y lo abrazo para frenar su ansiedad. No deja de mover la cola y llorar, y si no alejo mi cara, también me la chupa.

—¡Catán basta! —ordena Et con ese tono ronco y varonil que lo caracteriza, una voz que hace suspirar. Y catán obedece.

—Si no estaba el auto me tira al suelo —me quejo riendo y me acomodo la ropa.

Perpetuo Caos #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora