Ver a Et cocinar es otra de las cosas que no creí presenciar jamás, verlo sufrir por no saber si la carne está cocida es tan gracioso. Intenta demostrar que sabe lo que hace —con la seguridad que siempre tiene en un montón de cosas—, pero a leguas se ve que aquí no sabe ni papa.
—Prende la luz del horno —le digo cuando usa la linterna de su teléfono para ver la bandeja con la carne y las papas.
—No funciona —se queja.
—A ver —digo y hago que se corra.
Es el horno eléctrico de la pared, lo usé tantas veces que aún recuerdo cómo funciona. La luz no enciende así nomás, hay que mantener apretado el botón unos segundos. Y por arte de magia, lo logro y Et me mira con sorpresa y una sonrisa de satisfacción.
—¿Cómo lo hiciste?
—Mantuve apretado aquí, el botón está dañado.
—O sea que ¿está dañado desde hace tanto? —duda.
—Sí, desde cuando yo vivía aquí —explico, y la expresión de Et cambia, se ve triste, y para evitar seguir viéndolo, tomo un cuchillo y pincho la carne—, yo creo que está cocida.
—La saco entonces —avisa y me corro.
Se me salen los ojos de órbita al ver la bandeja de comida, me llama la atención la forma en la que está puesta, las hierbas, lo dorado de las papas.
—¿Lo preparaste tú? —dudo y Et ríe mientras pone la fuente sobre una tabla.
—Sí, miré una receta de Instagram.
—Ethan Connolly cocinando, ¿quién lo diría? —me mofo.
—Es lo único que me faltaba hacer bien —responde jocoso.
Le ayudo con la puerta para que pueda salir y lleve la bandeja sin tropezar, y en el camino hasta el pequeño patio que Et diseñó, al sentir el aroma, el estómago me ruge como si viviera un león dentro. Pone la bandeja en la mesa y se lleva las manos a la cintura, casi perdido de lo que tiene que hacer. Es muy tierno.
—¿Quieres que sirva? —ofrezco y sonríe de inmediato.
—Por favor —responde aliviado y toma asiento.
Et me mira todo el tiempo y no se preocupa en disimularlo, me pregunto en lo que pensará, qué pasará por su mente, dudará al igual que yo. Hago a un lado mis pensamientos y sirvo ambos platos, me trae muchos recuerdos bellos esta secuencia, fui tan feliz viviendo aquí.
—Está delicioso, Et —halago.
—Estás tan sorprendida que me daña la autoestima —se queja en broma.
—Para nada, feliz deberías estar de que has dejado de ser un inútil.
Et suelta una pequeña carcajada y sigue comiendo. Yo devoro cual bestia.
—¿Qué tal estuvo tu día? —pregunta y me mira.
—Como ya te dije antes, agotador, pero por fin estoy de vacaciones.
—¿En serio? ¿Y qué haras?
—El 31 por la mañana me voy a la Costa a pasar las fiestas con papá, iba a irme el 30 a la noche pero me perdía la fiesta de tu empresa.
—Bueno, me pone contento que hayas decidido ir.
—Ya tengo el atuendo y todo, pero no me pondré la peluca rubia.
—¿Irás conmigo?
—Sí, ¿por qué no?
—Solo confirmo, lo anoto en mi agenda mental —avisa—, yo me voy a España unos días después de las fiestas, el 3 por la noche viajo.
![](https://img.wattpad.com/cover/335070362-288-k960673.jpg)