Adeline Edevane la hija menor de Robert Edevane y Elisa Edevane los duques de Ecclestone, era la mejor amiga de Daphne Bridgerton cuando eran niñas, hasta que luego de un accidente, cualquier tipo de comunicación con ella se rompió.
Tras 10 años de...
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Los hombres son como las ovejas. Donde va uno, los demás lo siguen.
REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN.
-Todo un espectáculo – dice el mayor de los Bridgerton poniéndose a un lado de Adeline quien veía un cuadro.
No había nadie a su alrededor, ya que todos estaban en el salón grande, nadie parecía interesado en los cuadros que se encontraban en los pequeños cuartos.
-Lo fue, tendré que averiguar qué puedo hacer yo para poder caer a los brazos del príncipe – dice con una voz sobreactuada llevando su mano dramáticamente a su pecho.
-No creí que tu interés sobre el príncipe fuera en serio...
-Me dio una primera impresión muy buena – le dice despegando la mirada del cuadro y verlo a él, quien tenía un gesto de disgusto casi imperceptible.
-Claro... - dice tratándole de sonreír acercándose tanto que sus cuerpos rozaban al igual que sus manos - ¿Crees que te interese más que el hombre del que me hablaste ayer?
-No... - le dice tratando de quitar la mirada de él, temía que si lo siguiera viendo este se diera cuenta de que era de él de quien hablaba.
- ¿Lo conozco? – pregunta y una pequeña sonrisa nerviosa sale de la rubia.
-Si... lo conoces – dice volviendo a llevar la vista a el cuadro, era un campo y una sensación de angustia la invadía cuando la veía.
-Dijiste que nunca te habías enamorado, que no sabías que es – le dice viéndola, solo se le ocurría un hombre del que ella podría estar enamorada – A sí que... ¿Estás segura de lo que sientes por él?
-No lo sé... - le dice encogiéndose de hombros con expresión decaída – De todas formas... él no me correspondería, no creo que me vea más que como una amiga y... tiene a alguien más.
-Deberías... pensarlo bien entonces... - le dice tratando de controlarse, Hastings no era bueno para su hermana, y tampoco lo era para Adeline.
-Tengo que pensarlo bien – dice Adeline sintiendo el calor que emanaba el cuerpo del vizconde.
A la mañana siguiente su hermano se despertó lo suficientemente animado como para dar un paseo.
-El príncipe te observa hermana – le dice Thomas – Y ahora se acerca.
-Lo he notado – dice Adeline sonriendo.
-No creo que eso haga que los demás se tranquilicen contigo, si ven el interés que el príncipe muestra por ti se interesaran más – termina a tiempo antes de que Friedrich llegara.
