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Espero que estes criando bien a esos niños, tienes que ser exigente y criarlo con mano dura, nada de detestables cursilerías de amos, si no resultaran siendo unas basuras inútiles como toda tu familia.

Una carta no leída de la marquesa Grace Harper a Adeline, la condesa Kilmartin.



—Te ves bien — le dice Derek abrazándola.

Estaban todos reunidos cerca del lago.

—Gracias, es un vestido nuevo — le dice Adeline sonriéndole, mientras veían a Hyacinth y a Gregory nadar.

—Te queda perfecto — le dice y luego se acerca a su oído para susurrarle — Parece que Anthony no pude despegarte la mirada.

Adeline le sonrió.

—Tal vez te ve a ti, te escucho hablar con Elian — le susurra ella también al oído — Lo sabe.

Derek la vio sorprendido y luego trato de disimular.

—Estamos en un ambiente familiar — Dice Colin viéndolos — Puedes guardar su conversación para otro momento.

Eso hizo reír a Adeline volteando a ver a Anthony quien ya la estaba viendo y le dedico una sonrisa, pero Derek estaba demasiado nervioso para por lo menos fingir una.



— ¿Yo no tengo oportunidad, verdad? — Benedict se sienta a un lado de su hermano mayor, quien observaba a Adeline paseando con Daphne y Thomas. La Condesa movía las manos, parecía estar feliz mientras hablaba.

Anthony lo vio, con una sonrisa, no de burla, sino que parecía haber sido contagiado por la felicidad de la rubia a unos metros de ellos.

—Se le ve muy diferentes desde la mañana — vuelve a hablar él al no obtener respuesta del vizconde quien volvió a ver al frente — ¿Paso algo anoche?

—Regrese a la vida — le dice, tenía la extraña sensación de que debía lamentarlo, lamentarlo por Benedict, pero no lo lamentaba en lo más mínimo.

—Creo que fui demasiado estúpido...

—No es estupidez — lo corrige su hermano — Es enamoramiento.

—No es enamoramiento Anthony... un enamoramiento no dura tanto — le dice, esperaba que él se molestaba, pero solo le dio una palmada en la espalda.

— ¿Ella te dio algún indicio?

—Nada... nada en absoluto... fui un tonto ilusionado por nada — la presión de su pecho le cerró la garganta por un momento — ella nunca mostró interés y aun así yo creí que pasaría.

Ser Feliz / Anthony BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora