Adeline Edevane la hija menor de Robert Edevane y Elisa Edevane los duques de Ecclestone, era la mejor amiga de Daphne Bridgerton cuando eran niñas, hasta que luego de un accidente, cualquier tipo de comunicación con ella se rompió.
Tras 10 años de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me alegra tanto que estés por tener una familia Addie... es de las mejores cosas que me ha pasado y no puedo esperar para conocer a la pequeña creatura que alegrará tu vida, estoy más que convencida de que lo harás bien... espero poder verte lo antes posible.
La tercera carta de Daphne, la duquesa de Hastings a Adeline, la condesa Kilmarten
Una carcajada hizo que Benedict y Adeline los voltearan a ver, Derek ayudaba a Elian a hacer la comida.
—Espero que eso no se les queme — dice Adeline viéndolos.
—Será lo más delicioso que has probado en tu vida — le dice el conde.
—El postre estará mejor.
—Ml postré estará mejor — dice dejando un beso en la mejilla de Elian quien estaba picando algunas verduras.
Adeline resopla
—Se te da muy bien — Benedict que era quien le estaba ayudando a ella.
—Grace solo me dejaba salir a los eventos que ella seleccionaba y siempre tenía sus ojos en mí, así que mi forma de escapar estando encerrada era la cocina, recordaba bien las recetas de mi madre, así que no era difícil — Benedict le pasa el tarro de mermelada.
—No conozco a esa mujer, pero, parece alguien que me daría mucho miedo — dice Elian volteándola a ver.
—¿En serio?, ni mi padre te daba miedo...
—Tu padre era bueno — le dice el rubio probando la comida. Adeline termina de acomodar los postres en la charola.
—Tengo que dejarlo aquí unos minutos, ¿puedes prender el horno? — le pregunta a Benedict quien la vio por un momento y luego vio a su alrededor. — Por dios Benedict, es lo más grande que hay en la cocina — Adeline lo vio divertida.
—Sé que es un horno — dice buscándolo con la mirada.
—Es ese, Ben— lo apunta.
—Claro, que lo sabía, era obvio.
—Por supuesto — le dice la rubia sonriéndole — ¿Puedes prenderlo?
—Ni idea — acepta tratando de descifrar cómo funcionaba
—Lo haré yo — dice Derek acercándose.
—¿Ben? — Adeline se adentró en el estudio, ya había oscurecido y el lugar era iluminado por velas.
—Oh... estaba acomodando un poco, para que te sientas más cómoda — dice moviendo algunas cosas.
—Está bien — dice adentrándose a la habitación y volviendo a ver el alrededor — Me gusta, este lugar es muy tú, tiene mucho de ti.
—¿Eso te parece?
Un estruendo se escuchó y con eso un salto de Adeline.
