Adeline Edevane la hija menor de Robert Edevane y Elisa Edevane los duques de Ecclestone, era la mejor amiga de Daphne Bridgerton cuando eran niñas, hasta que luego de un accidente, cualquier tipo de comunicación con ella se rompió.
Tras 10 años de...
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El compromiso de Thomas Edevane con la Señorita Edwina Sharma está en boca de todos. El futuro duque al parecer encontró a su futura esposa y Lady Edevane logro robarle el corazón a Lord Bridgerton.
Seguramente el Duque de Eccleston está más que feliz por tener a sus únicos dos hijos comprometidos y perdidamente enamorados.
Ambos hermanos se veían más que encantadores, en especial la futura vizcondesa, todos los caballeros de Londres deben envidiar a Lord Bridgerton más que nunca por poder tener a alguien tan perfecta como prometida.
REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN.
El día de la boda llego y aunque todos estaban algo impacientes por obtener noticias sobre el compromiso del vizconde y la futura vizcondesa, todos parecían emocionados por la unión de Edwina y Thomas.
En la ceremonia Adeline pudo mostrar el cómo ahora podía caminaba, se sentía muy orgullosa del progreso que tenía. Trato de mantener una buena cara, lloro de felicidad en más de una ocasión y su estómago se había revuelto cuando vio a Kate, por un momento se había olvidado de ella, pero era más que evidente que asistiría a la boda de su hermana.
La familia Bridgerton estaba entre los primeros asientos y Adeline troto con todas sus fuerzas de no verlos, no sabría cómo reaccionar si veía a Anthony entre ellos.
«Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
Adeline estaba a un lado de Thomas, de frente a Kate y por mucho que lo quisiera resistir, sus miradas se cruzaban de vez en cuando, y Adeline en lo unido que podía pensar era en lo hermosa que era, en lo pura que se veía, y se preguntó si las demás personas podían ver su suciedad, la que por más que quisiera no ponía quitar.
Sus pensamientos le impidieron poder concentrarse en la boda.
Ya no podría tener un buen esposo, ya no merecía tener un buen esposo, estaba marcada y lo estaría para siempre, era impura y se sentía despreciable, su mirada se volvió a dirigir a Kate quien la veía con cara apenada y Adeline no supo como describirla, tal vez era pesar o ¿culpa? ¿Ella podía ver su impureza?
Las lágrimas resbalaron por su mejilla y desvió la mirada a su hermano, quien besaba a Edwina, con un cariño y devoción que la hizo sonreír.
El castillo estaba repleto de personas, la fiesta era inmensa y como no, si había sido organizada por la mismísima reina.
Adeline estuvo el tiempo suficiente con su hermano como para que no notara tanto su ausencia después, al fin de cuentas, era el novio, estaba más que ocupado.
Se había encerrado en un pequeño almacén repleto de cubiertos empolvados.
No recordaba que tan asfixiante se sentía estar rodeada de tantas personas y todas hacían la misma pregunta, sobre la misma persona.
