Adeline Edevane la hija menor de Robert Edevane y Elisa Edevane los duques de Ecclestone, era la mejor amiga de Daphne Bridgerton cuando eran niñas, hasta que luego de un accidente, cualquier tipo de comunicación con ella se rompió.
Tras 10 años de...
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A la semana siguiente los sirvientes recorrían el lugar de un lado para otro.
Thomas le había preguntado a Adeline si quería que se realizara un baile como aviso de que había despertado y aunque ella realmente pensaba que no estaba en condiciones para un baile y sabía que, si decía que no, no habría ningún problema, pero su hermano se veía tan emocionado que no pudo negarse.
Los invitados llegaban, pero Adeline no veía a la persona que más quería ver en ese momento. Su padre no había salido aún de su habitación.
—Aggg – Eloise se queja tratando de acomodarse el vestido.
—No creí... verte a-quí – le dice Adeline.
—No estoy aquí – le dice – Estoy en la biblioteca.
Adeline se ríe viendo como Eloise se escabulle.
—Parece estúpida... — escucho como murmuraban a su alrededor.
—Dudo que ahora alguien quiera casarse con ella... — las risas y burlas estaban por todas partes.
—Se quedará solterona...
—Tal vez alguien la compadezca.
—No pensé que llegaran a venir tantas personas – le dice su hermano poniéndose a su lado.
—Invita-ste a to...do Londres... — le dice su hermana.
—Sí, pero... no creía que fueras tan importante hermana – dice bromeando y Adeline lo ve mal.
—Malo... — le dice.
—Oh, no – dice Thomas empujando la silla de Adeline para alejarla de Lord Kilmartin quien se acercaba a ella.
—Es atra-ctivo – le dice Adeline.
—Es lo único que tiene a su favor – dice Thomas.
Adeline veía como las parejas bailaban.
Thomas la ayuda a ponerse de pie y mantenerse equilibrada con su bastón.
— ¿Tienes energía para esto? – le pregunta su hermano y ella solo asiente.
—Señorita Edevane – se escucha detrás de ellos - ¿Me permite este baile?
Thomas vio mal a Kilmartin y estaba por hablar cuando el hombre ya arrastraba a Adeline a la pista sin esperarse a obtener una respuesta de aprobación.
Adeline trata con todas sus fuerzas de no caer, el baile no era lento, se aferra a Kilmartin para poder mantener la postura.
—Es una enorme sorpresa que haya despertado – le dice.
Adeline tenía toda su concentración en mantenerse firme.
—Dada su situación actual me parece poco probable que consiga un buen marido... pero debe saber que para mí es perfecta.
