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Adeline esa mañana quería ir al bosque, pero su hermano no había pasado por ella, de seguro estaba ocupado

—Señorita... — le dice su criada – El señor Thomas se retrasará algunas horas... el paseo al bosque tendrá que atrasarse.

Adeline solo asiente.

Cerro los ojos esforzándose en recordar donde estaban los columpios. Thomas le había dicho que era donde se encontraba su madre.

Se levantó en cuanto tomo el bastón, no podía estar dependiendo de su hermano siempre y los resultados de su tratamiento no iban tan rápido como ella quería, pero aun así se levanta y camina poniendo todas sus fuerzas en sus piernas.

Logro escabullirse entre los pasillos sin que nadie la notara, pero vio una puerta abierta, la habitación que pertenecía a su padre estaba levemente iluminada.

Adeline pudo ver un poco el interior y nota a un hombre junto con su padre y el aliento se le escapó de los pulmones cuando noto el estado del duque.

—Pronto estará completamente bien – le dice el doctor – Está mucho mejor que la semana pasada.

—Eso espero – dice Robert – Hace mucho que no veo a mi hijo... ni a mi hija.

—Tiene que estar aislado por lo menos otras tres semanas.

—Adeline...

La chica dio un sobresalto al escuchar a su hermano tras de ella.

—No debes estar aquí... — dice en un murmuro haciendo que ella lo veo extrañada – te lo explicaré en el camino.

El gran bosque y era lo que separaba el palacio de la casa de los Bridgerton.

La parte trasera de Blue Gate estaba a solo algunos metros de distancia del bosque que era donde terminaba el enorme muro, Robert no había querido contar los árboles del bosque para terminar el muro así que simplemente del muro terminaba donde iniciaba el bosque.

Thomas la ayudaba a caminar mientras le explicaba la situación de su padre.

—Se refugió en el palacio porque tenía miedo de contagiarnos... pero el médico dijo que se encuentra mejor.

Cuando llegaron a la tumba de su madre contuvo por un momento el oxígeno, era un lugar hermoso y había una hermosa estatua de un ángel.

—Papá venía mucho aquí... pasaba horas y horas hablando con mamá.

Un afectuoso recuerdo de la quinta duquesa

Elisa Edevane  de Ecclestone

Que murió en 1804

Este monumento fue colocado aquí por la familia que amo y por la que fue amada.

Ser Feliz / Anthony BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora