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 Fuimos a la casa de Benedict, hay un río cerca ¡Y cuando llueve salen los arcoíris más bonitos que he visto nunca!

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... Fuimos a la casa de Benedict, hay un río cerca ¡Y cuando llueve salen los arcoíris más bonitos que he visto nunca!

La segunda carta de Hyacinth Bridgerton a Adeline, la condesa Kilmartin.

Cuando Anthony entro al cuarto de su hermano, este estaba recostado viendo el techo.

—Luces mejor.

—No lo estoy... — le dice para luego carraspear y hacer un gesto de dolor.

—No se lo dijiste — dice sentándose en el sillón que anteriormente estaba ocupando Adeline.

— ¿Qué gano con decírselo? — pregunta viéndolo.

—Nada — dice pasándose la mano por el pelo, frustrado.

—Si se lo digo, tal vez termine peor que tú...

— ¿Cómo puedes terminar peor que yo?

—Porque ella te ama — dice haciendo una mueca — Sabes eso, y a mí me sigue viendo como si fuera una madre preocupada.

— ¿Y eso porque me lo hace más fácil a mí?

Benedict se quedó callado, pensando si debía decírselo a no, el conde no le había pedido que lo guardara como un secreto. Pero el egoísmo le gano, Anthony parecía estar empezando a dejar las cosas en paz, ¿Cómo reaccionaría cuando le dijera que el conde moriría? ¿Cómo reaccionaría si le dijera que Adeline se quedaría viuda y tendría una oportunidad? ¿Que haría si supiera que el conde tenia una relación aparte y que ella lo sabia? 

Anthony no se rendiría entonces. El estaba dispuesto a ser el amante con tal de tenerla.

Benedict quería esa oportunidad, esa pequeña pisca de ilusión, esa minúscula posibilidad de estar con ella.

— ¿Te diste cuenta la noche del cumpleaños de Tom?

Benedict lo vio confundido, no entendía como se había enterado de eso.

—La veías como... como yo.

— ¿En serio? Entonces debí verme muy estúpido — le dice haciéndolo reír.

—Completamente estólido...

—Tomaste nuestras cartas... 

— ¿Muy egoísta? — le pregunta haciendo que su hermano asienta — Lo lamento, estaba siendo muy idiota.

—Lo usual.

Ambos se quedaron callados.

—No quería — tos, tos — No quería enamorarme de ella.

—Yo tampoco lo quería.

—Pero es Adeline — dice resignado como si eso aclarara todo.

—Es Adeline — le dice su hermano sonriendo con tristeza.

Ser Feliz / Anthony BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora