Capítulo doce

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Abrió los ojos en medio de la noche, era extraño tener a alguien abrazándolo, especialmente porque se trataba de Craig Tucker. El alfa lo metió en la habitación sin dejar su cuerpo en paz, había comenzado una y otra vez durante todo el día, por momentos parecía una bestia sin razonamiento en busca de aparearse y Tweek había caído ciego en ello a pesar de sentirse agotado.

No recordaba en qué momento se habían detenido, ni tampoco cuándo Craig se acostó para dormir junto a él. Movió su pierna para acariciar la pierna del alfa detrás suyo, la diferencia de tamaño entre ambos era enorme, el brazo con el que lo abrazaba lo hacía sentir encerrado en un lugar seguro.

Se acercó aún más al cuerpo de Craig, quizás este creía que estaba abrazando a Thomas, probablemente lo hacía nada noche. ¿Estaba mal querer ocupar ese lugar por lo menos una vez?

Cuando volvió a abrir los ojos la luz del día entraba por la ventana, se sentó en la cama sintiéndose aturdido. Se preguntó si había sido un sueño, pero el dolor en su cuello lo hacía darse cuenta que era real.

Craig había mordido violentamente alrededor del collar, había querido marcarlo como suyo en los momentos más fuertes de su celo. Ahora el aroma a feromona había disminuido, el alfa había tomado todo lo que necesitaba de él para calmarse.

Él estaba allí, sentado en una silla observándolo a la distancia. Su cabello estaba húmedo y tenía una camisa prolijamente plantada. Tweek sintió remordimiento al ver el moretón en su pómulo por el golpe que le había propinado el día anterior.

Era demasiado notoria.

Se apresuró a agarrar su ropa del piso para vestirse. ¿Por cuánto tiempo Craig había estado observándolo?

—¿Qué haces aquí?

—Necesito asegurarme que tomes esta pastilla —le dijo señalando un vaso de agua junto a una pastilla blanca. Tweek sabía lo que era, había pensado en ir corriendo a comprar una en cuanto pudiera. —Sé de las jugadas de tu familia. ¿Crees que soy estúpido?

Tweek ni siquiera lo había dejado terminar de hablar antes de tragarse el anticonceptivo. No estaba seguro si con una bastaría, Craig había anudado, saldría de allí a comprar otra. No le importaba si aquello le hacía mal; tenía que asegurarse de que el método sea cien por ciento seguro.

Craig lo miró sorprendido, Tweek supo que había preparado para una pelea.

—No puedes entrar al baño sin mí, sé que intentarás vomitarla.

—Está bien, me baño después.

Fue a la cocina, Craig lo siguió sin acercarse demasiado. Lo estaba mirando con desconfianza, Tweek lo comprendía, pero no importaba cuánto le dijera que odiaría tener un hijo con él; Craig nunca más confiaría en él.

Caminó directo a la cafetera, tenía mucho trabajo ese día, así que debía comer rápido algo y luego se iría. Su estómago sonó en cuanto vio a las croinssant, el día anterior no había podido comer nada en todo el por culpa de Craig.

—Debí ponerte un bozal, no puedo creer que te hayas atrevido a morderme —dijo Craig.

Estaba molesto, pero tampoco parecía estar culpándolo. Tweek ni siquiera recordaba haberlo hecho. El cuello del alfa tenía una marca pequeña, pero era una marca, al fin y al cabo. No podría salir de casa por unos días, lo notarían.

—¿Quieres cappuccino o café con leche?

Preguntó ignorando su comentario anterior.

—¿No vas a disculparte por lo que hiciste?

La vida es sueño. (CENSURA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora