Capítulo treinta y cuatro

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Tomaba su celular a cada rato volviendo a ver lo que decían de Thomas y Jason en las redes, no tardaron en salir noticias nacionales hablando al respecto. Ambos estaban internados de gravedad, Jason había recibido una apuñalada en la columna a la altura de la cintura, además de que había perdido mucha sangre, se creía que no iba a poder caminar de nuevo.

Por otro lado, Thomas había sido castrado por los reclusos. Sobrevivió por la rápida acción de los policías.

Nadie se lamentaba por lo ocurrido, todo lo contrario.

Tweek aún no era capaz de ver el video completo, prefirió no obligarse a ver algo tan sangriento. No le hacía bien.

Él no podía sentirse feliz, no podía tampoco dejar de pensar en ello. Había leído que era normal que ocurriera aquello con personas que habían violado, pero era un caso extremo y había sido grabado en su totalidad con buena resolución.

Necesitaba pensar en otra cosa.

Desbloqueó el número de Craig, dudó por mucho tiempo si debía hablarle para preguntarle si se trataba de Spaceboy, quería pedirle que deje de mirar sus directos. Pero ¿tenía sentido hacerlo?

No habló con nadie por un día entero, sintió que tenía demasiadas cosas en la cabeza como para sentir deseos de la cercanía de sus amigos. Abrió Twitter una vez más para observar todo el caos que se había formado.

Tampoco podía dejar de pensar en que alguien sospechara que Craig era Spaceboy, que por eso le donaba esa cantidad de dinero. Ese usuario era famoso en su fandom por las suscripciones regaladas, siempre solían mencionarlo.

Revisó sus mensajes por simple curiosidad, no pudo evitar detener su mirada en la cuenta de Atómico. Lo felicitó por llegar a los dos millones de seguidores en Twitch, le preguntó si le había gustado sus regalos y le reclamó por no usar el anillo de compromiso.

Tweek comenzó a temblar, se preguntó si podría denunciar aquel acoso. ¿Tenía pruebas suficientes para ello? Continuó bajando en el chat, el hombre le había enviado fotos de él en el día del juicio, luego le envió una foto del auto de Francis y le envió una foto de él entrando al edificio.

Las alarmas en su cabeza se dispararon, no importaba que la gente supiera que era Satán, mientras no lo admitiera en directo estaba bien para él. Pero que supieran dónde vivía era aterrador, podía filtrar se dirección de Twitter o hacerle algo en la calle.

¿Debía volver a la casa de Francis? Sabía que debía mudarse lo antes posible y ser más cuidadoso. Pero no quería afectar a su amigo con un acosador, si había intentado matar a Craig, ¿lo haría también con Francis?

No había nadie que lo protegiera.

Debía hablar con él para advertirle de ese hombre, pero no quería causar pánico. En principio debía saber exactamente quién era y dónde vivía ese acosador para empezar a actuar.

Dio vueltas en su departamento, abrazó al gato y lo acarició por un breve momento, luego este se alejó para volver a echarse en su cama. Tweek lo observó asustado, lo acarició tembloroso mientras este se decidía dormir.

Se subió a la moto y miró alrededor por si acaso, no podía seguir encerrado por más tiempo. Se volvería loco. Quizás debía comunicarse con Token para que investigara a esa persona, pero Craig no tardaría en enterarse.

Dio vueltas por algún tiempo, luego de dudarlo mucho decidió ir hacia el hospital más grande de la ciudad. El estacionamiento era enorme, recorrió las hileras de autos buscando un lugar en dónde estacionar.

Sus ojos se fijaron de pronto en un auto negro que estaba estacionado allí, Tweek se odió por reconocer los números de la matrícula. No entendió qué podría estar haciendo Craig allí, se preguntó si había fingido el desprecio que mostró hacia Thomas.

La vida es sueño. (CENSURA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora