La vida es sueño. (CENSURA)

Capítulo veintisiete

Acarició la piel de Craig de la forma en la que deseaba, le dio cariño y también placer. Lo escuchó gimiendo su nombre y también quejarse por ser incapaz de dejar su marca en él.

Tweek lloró en reiteradas ocasiones al intentar usar su boca, ya sea para besarlo o para morderlo, sus instintos estaban tan despiertos y le ordenaban hacer suyo a ese alfa. La frustración lo invadía cada vez con más intensidad, la única forma de apaciguarse era mover su cadera con más dureza para que el dolor hiciera que dejara de pensar en el cuello de Craig.

El azabache besó las comisuras de sus ojos y le susurró.

—Yo estoy listo para ser marcado, ¿y tú? —propuso Craig con la respiración agitada. Tweek se sintió sorprendido que fuera él quien tomara la decisión. —Cuando vayas a comer, dile a Bebe que te saque el collar.

Se puso el pijama y fue hacia la cocina, el calor ya se había disipado un poco luego del primer día. La rubia estaba mirando televisión, en cuanto lo vio se paró con una sonrisa a calentar la comida. Tweek se sentó para que la rubia le quitara el bozal que había estado usando.

—Bebe, puedes... ¿puedes quitarme el collar? —preguntó con cierta vergüenza. Iba a ser marcado de por vida, era una decisión que cambiaría el curso de su vida por completo. Estaba sonriendo demasiado, él había pasado muchos años pensando en aquel momento.

Sin embargo, la mirada de la rubia cambió. No parecía compartir en absoluto su felicidad.

—No, Tweek. No estás pensando con la cabeza en este momento —le dijo, esquivó su mirada, se mostraba amarga. —Espera un poco más, ¿sí? Cuando lleven más tiempo y estén completamente seguros de esto. Sabes que Craig ha sido muy cambiante.

Tweek volvió a ponerse el bozal antes de volver a la habitación, Craig había comido allí. Cuando lo vio aún con los accesorios anti mordidas lo miró desilusionado.

—Lo siento, yo aún. Aún no estoy listo.

—No confías en mí, ¿verdad? —cuestionó.

Tweek enmudeció, no tenía razón inventar una excusa. Craig estaba molesto, pero respiró profundo para dejar de lado aquello y volverlo a tomar en sus brazos.

Estaban casados, si no era ahora podría ser después, en alguna ocasión igual de especial. Tweek frotó sus ojos para quitarse las lágrimas, Craig no estaba actuando de la misma forma y todo era su culpa, lo abrazaba y besada su cuerpo, pero su rostro lo delataba.

Luego de algunos minutos ya no puedo disimular el llanto, estaba sensible. No quería parecer un idiota delante del alfa, pero simplemente no podía hacer otra cosa.

Le sorprendió cuando Craig lo abrazó de forma cariñosa y besó su cabeza con dulzura. ¿Todo esto se debía a que lo había salvado? Tweek no lo comprendía, no entendía por qué ahora parecía más al Craig que había conocido.

Debía tratarse de un sueño.

—Cariño, está bien. Lo siento por haberlo pedido y enojarme después —dijo con voz suave, sus labios estaban muy cerca de los suyos. No podían besarse por el bozal. —Lo haremos especial la próxima vez, ¿qué tal en un viaje? Podemos ir a cualquier parte del mundo.

Había estado acostumbrado en el pasado a ser llamado de esa forma, pero ahora se sentía irreal. Supo que no le costaría demasiado volver a sentirse cómodo con ello. Tweek se secó las lágrimas con ayuda de Craig, si se trataba de un sueño entonces no quería volver a despertar jamás.

—Quiero conocer el mar, pero me dan miedo las medusas y los tiburones —comenzó a decir sin dejar de lagrimar. —Hay medusas muy venenosas, pueden llegar a provocar enfermedades en el sistem...