Capítulo trece

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Tweek miró el gran salón blanco desde la pequeña tarima que se elevaba. No estaba feliz, tenía un vestido novia de mujer apretándole en la cintura e incómodamente descubierto en el pecho. No era para nada su estilo, la persona que lo llevaría puesto debía ser una persona con la autoestima por el cielo.

Pete puso alfileres a su alrededor, no podía moverse y podría clavarse alguno en su piel.

—No puedo creer que me hayas sacado a pasear para hacerme esto. ¡Fue una trampa!

—Cállate, te gustó el paseo y te di de comer comida deliciosa —volvió a repetir. Tweek había dormido en su casa, primero se sintió incómodo, pero Pete le transmitía era aura de protección violenta. —Ve sacando turno para hacer la prueba de manejo, vas a ver que vas a aprender en unas horas. No es nada difícil.

Tweek sonrió, Pete le había implantado el deseo de tener una moto. Le pareció genial poder tener un vehículo y poder ir dónde sea que quisiera a cualquier hora. No tendría que caminar ni usar autobus. Y sobretodo, podría tener paseos nocturnos por simple diversión, sin la necesidad de tener a alguien que lo acompañara.

Sin embargo, estaba lejos de tener dinero para adquirir una moto en los próximos meses. Primero debía pagarle a Scott, luego comprar todo lo necesario como ropa y muebles; luego seguirían los gustos.

—Casi lo olvido, Pete —llamó. —Quiero pagarte un alquiler, pensé en quedarme a vivir allí si no te molesta...

—Pff, soy rico. ¿En serio crees que voy a cobrarte? Además, mi familia tiene muchas viviendas desparramadas por el país, si necesito alguna puedo ocupar cualquier otra —habló, Tweek sabía que Pete no le cobraría, pero de todos modos le hacía sentir culpable estar en ese departamento si n pagarle. —De todos modos, no creo que te quedes allí. Puedo ver las marcas que te dejó este imbécil de Craig... Ese idiota arruina la piel de mi modelo más hermoso.

Tweek se llevó la mano al cuello, lo había olvidado. En realidad, no estaba acostumbrado a que las personas le prestaran atención, así que fue algo que ignoró por completo. La piel ardía un poco, no hubo ninguna mordida profunda, solo intentos fallidos de marcarlo.

—No creí que fueras a tener sexo con él, no después de lo que te hizo en la boda... Estuve meses trabajando en ese vestido.

—Por un momento pensé que te preocupabas por mí.

—Claro que lo hago, pero también por mi bebé. Parecías una muñequita en él.

Recordó la vergüenza que sintió cuando Craig le ofreció frente a todos acostarse con alfas por su boda. Incluso había llevado a Jason para burlarse de él; para seguir menospreciándolo. La rabia le hacía doler el pecho, no entendía como había sido capaz de soportar aquello.

Y luego, a pesar de todo, haberse dejado llevar por el deseo, por la nostalgia de su antiguo amor.

Le había gustado, no se arrepentía de ese hecho, pero esperaba que Craig dejara de tratarlo como un montón de basura.

—Necesito un alfa delgado para arreglar el traje del novio. Eso es más difícil de conseguir...

—Tengo a un conocido, aunque la última vez que lo vi no salieron muy bien cosas.

Tweek se mordisqueó los labios, Kenny probablemente lo odiaba. En el momento se había sentido enloquecido por la escena, no pensó ni por un segundo en qué tanto afectaría la llegada de la policía al prostíbulo.

El recuerdo de Lance golpeó en su mente, la náusea y la desesperación vino a su cuerpo con viveza. Había planeado una vida cuidando a un niño, se había hecho la ilusión de tener a alguien en su vida, una personita que cuidaría con su vida.

La vida es sueño. (CENSURA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora