La vida es sueño. (CENSURA)

Capítulo diecisiete

Observó por centésima vez su nombre y su foto impresas en esa pequeña tarjeta. Nunca había pensado en la posibilidad de tener algún vehículo, tener la licencia significaba dar el primer paso; pronto, si todo seguía como lo estaba haciendo, podría comprar una moto.

Pete caminaba de un lado a otro en su departamento, había insistido en hacerse cargo del aspecto de la sala para que sus directos se vean como el de los demás streamers famosos. Incluso se hizo cargo de los gastos para tener una buena iluminación y muebles para que fuera llenando con decoraciones, fue con un amigo para que le hiciera el logo con letras corpóreas y luces led en el mismo día. Y ahora beta no podía decidirse cuál era el mejor vestuario para que promocionara su página de ropa.

Tweek lo observó con una sonrisa desde su cómoda silla gamer. Pete había llevado una montaña de ropa, la ponía frente al rubio y luego la descartaba.

—Esto, esto definitivamente será sorprendente —dijo al acomodar por fin un vestuario. —¿Cómo haces para no estar nervioso frente a la cámara? Eres la persona más altera que conozco, nunca pude imaginarme que eres tú.

No solo era ropa, también había zapatos y accesorios. Había querido maquillarle el rostro, pero Tweek logró convencerlo de lo contrario.

—La máscara ayuda, puedo imaginar que soy otra persona y actuar.

—Vaya, eres increíble, Tweek. Mucha suerte con la avalancha de personas que se te viene.

Pete se despidió para ir a su casa, ya habían acordado lo que tenía que decir para ese directo respecto a la ropa del local. También intentaron adivinar las preguntas que probablemente saldrían después de lo ocurrido en el shopping.

Todo estaba listo para el próximo directo. Había publicado en Twitter hace alrededor de una hora y había recibido más reacciones que nunca, sabía que en ese momento estaba en el ojo de muchos; incluso de noticieros.

Prendió directo dejando la imagen de siempre con música puesta y un chat flotante a un lado. Mil, cinco mil, diez mil... veinticinco mil y la cantidad aumentaba. Era probable que hubiera personas que nunca usaron Twitch, que llegaron allí por curiosidad, quizás por ver el chisme completo desde su parte.

Thomas había sido muy criticado, no salió a dar la cara en Instagram. Y Craig era el jefe de una empresa, no tenía interés en las redes como para salir a aclarar ningún rumor.

Sintió algo de nervios, Craig seguro estaba esperando a que iniciara. Estaría atento a él, lo había estado mirando quién sabe por cuanto tiempo.

¿Realmente tenía audiencia como lo era Craig Tucker?

—¡Hola, mis diablillos! —saludó para ponerse a cantar la canción que sonaba. —Hoy hay más gente que nunca, así que pensé en hacer un directo tranquilo para irnos conociendo. Oh, jesuscrito, ¡ya somos treinta mil! 

AddictedToSatán22 ha donado 10 dólares: ¡Hola, Satán! Espero que te encuentres bien, me encantan tus videos, nunca me los pierdo. A veces quisiera abrazarte, es que eres tan tierno e irresistible que no puedo evitar pensar que eres como un peluche, lindo y adorable.

—Muchas gracias por la donación, y ¡amo tu nombre! —dijo sonando alegre. —De eso quería hablar, de los abrazos. Creo que ya todos vieron lo que ocurrió hace unos días, hubo muchas personas que me abrazaron y no tuve ningún problema con ello. Entiendo que a ustedes les da un poco de ilusión hacerlo. Sin embargo, ya saben que hay un límite. Lo que ocurrió con ese chico no fue un momento agradable, pero no creo que lo haya hecho con mala intención. Con esto les pido que no lo torturen, fue un error. Nunca pensé salir de mi casa, así que tampoco había hablado del tema.