Después de dos sucesos terriblemente indeseables en lo que llevabamos de mañana, William había insistido en ir juntos hacia la cafetería, ya que íbamos en la misma dirección. Por insistir, me refiero a que había dicho muy fríamente: "vayamos juntos" y yo no había sabido como decir que no sin desatar su ira.
Atribuí el error de aceptar esa propuesta a ser demasiado temprano: no soy una persona que le guste madrugar -de hecho, lo odio profundamente con todo mi ser- y mis neuronas no funcionan correctamente antes de mis dos tazas de café matutinas. Por eso, cuando William me ofreció ir juntos al comedor, no lo pensé dos veces y acepté: total, era lo más normal, ¿verdad? ¿Qué peligro había en que fuéramos los dos en la misma dirección?
No podía estar más equivocada. Cuando llegamos a la cafetería, ocurrieron diversas cosas.
Primero: como habíamos tenido el incidente del baño, habíamos llegado tarde a la cafetería, y ya estaba todo el mundo reunido, lo cual provocó que todos los estudiantes se giraran en nuestra dirección para observarnos detenidamente y empezar a cuchichear sobre nosotros. Segundo: no había tenido en cuenta a Stacy Parks. Algunos me llamarían estúpida, otras valiente. Yo prefiero catalogarme como inconsciente, claro. No había caído en que la reina de los escorpiones se encontraría en la cafeteria, y tendría preparado su veneno para picarme cuanto antes.
Will me ignoró todo el trayecto y no se despidió de mí cuando vio a sus amigos en una mesa: en esa mesa estaban Matt y Karen, juntamente con Sophie y Stacy. Faltaba Jack -¿dónde se habría metido?-. Yo busqué con la mirada a mis amigos desesperadamente, más cuando me percaté de la mirada asesina y mortal de la capitana de animadoras. Si las miradas matasen, yo estaría enterrada muy profundamente en el cementerio, sin probabilidades de ver la luz del sol nunca más.
-Buenos días, Noah -me saludó alegremente Emily cuando llegué a su mesa-. ¿De qué color quieres el ataúd?
-Yo creo que el rosa fucsia es bonito. Le daría un poco de alegría al hecho de que hayas muerto tan joven.
Les dediqué una mirada de incomprensión mientras me sentaba, sin nada que comer salvo un café que había cogido rápidamente de la máquina y que, probablemente, sabría a pis.
-Personalmente, prefiero el negro -confesé, con una sonrisa malvada-. Como que pega más con mi aura.
Lucas asintió con la cabeza.
-De acuerdo. Ataud negro -fingió que escribía una lista imaginaria-. Tema decoración: ¿qué tipo de flores te gustarían?
-Las rosas pegarían con el color del ataúd.
Lucas apuntó algo en su imaginaria lista.
-Me gusta mucho este tema de conversación y no es que lo considere para nada raro, pero... ¿por qué estáis organizando mi funeral exactamente?
-Acabas de aparecer por la puerta del comedor con William Adams después de que la abeja reina te ordenara que te mantuvieras alejada de él. Por lo que a mí respecta, ya eres un cadáver.
-Yo creo que eres incluso un fantasma. No puedes ascender al cielo porque tienes temas pendientes con tu asesino y todo ese rollo -agregó Lucas-. Si fuera tú, tendría cuidado con ése café.
Hice una mueca de desagrado al beberme el primer sorbo.
-Realmente sabe a pis.
-No descarto que Stacy se haya meado encima solo para joderte.
Lo aparté con asco.
-A ver, chicos, yo entiendo que estéis preocupados. Pero, vamos, ¿en serio? Entiendo que sea una zorra, pero no creo que pueda echarse a mi cuello cual luchador de WWE solo por haber entrado al comedor en el mismo momento que su novio, el cual os recuerdo que vive conmigo. Además, ha sido él quien ha propuesto que lo acompañe.
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An Endless Summer Love | DISPONIBLE EN FÍSICO
RomanceCuando a Noah Vázquez, estudiante de último año de instituto, le comunican por carta que deberá pasar el verano en un instituto de Estados Unidos, nunca pensaba que su vida cambiaría por completo. La Academia Élite es un completo Infierno: llena de...