An Endless Summer Love | DISPONIBLE EN FÍSICO

Capitulo diez: la venganza de Stacy Parks es un plato que se sirve frío

-No puedes ir así a la fiesta.

-Claro que puedo, y lo haré. ¿Qué tiene de malo?

-Que todo tu ser parece chillar "soy una friki".

-A mí me gusta la camiseta, me parece cool. ¿De dónde es?

-¡Lucas! -gruñó Emily-. ¿De qué bando estás?

-Del de la moda, baby.

Rodé los ojos con exasperación y me alisé la camiseta de batman.

-Voy a ir así. Punto y final. No he estado toda esta semana poniéndome ese maldito uniforme apretado para que ahora tenga que vestirme con un vestido igual de incómodo.

-Pero Lucas te lo compró para ti... -se quejó Emily, poniendo pucheros-. Y además, estarás preciosa con él.

-Mira, no tengo ninguna intención de participar en el pase de modelos -o lo que sea- que se haga hoy. Voy a la fiesta así y no hay más que hablar. No le quiero dar la satisfacción a Stacy de poder meterse con mi vestido.

Emily llevaba el vestido azul que se había comprado, y Lucas iba vestido a un estilo de "Harry Styles" que molaba mogollón. Estaba contenta de que los dos estuvieran felices, pero yo no me iba a poner ese vestido. La verdad era que era demasiado precioso como para arriesgarme a mancharlo. Además, Lucas lo había comprado especialmente para mí, y aunque me sabía mal no usarlo, peor sería echarlo a perder. Ni siquiera podría pagarlo estando un mes entero trabajando.

Guardé el vestido a buen recaudo en un cajón, pese a las quejas de Lucas y a los sollozos de Emily, y nos dirigimos hacia la fiesta.

(...)

- ¡Guau, esto es increíble! -exclamó Emily cuando llegamos a la playa.

Lucas asintió con la cabeza.

-Sí, la verdad es que han hecho un trabajo impresionante. Mira cómo van vestidos todos. ¿Es eso el nuevo vestido de Coco Channel? Dios mío. Creo que voy a morir.

- Sí, lo sé. -respondí yo, asintiendo con la cabeza. Todo el mundo iba arregladisimo, incluso llevaban bolsos que combinaban con los zapatos. Miré mi camiseta de Superman y me sentí fuera de lugar completamente-. No me di cuenta de que iba a ser una fiesta tan formal.

-Te advertí que debías ponerte el vestido. Serías la chica más guapa de aquí, estoy segurísima.

-Me gusta mi camiseta de Superman.

Lucas nos cogió a ambas de las manos.

-Ahora no nos preocupemos por eso. Aquí la cosa es disfrutar, aunque Noah parezca salida de un retrete -bromeó-. ¡Aún no me creo que estemos aquí! Esto es genial.

En la fiesta, había de todo: barra libre con alcohol, una fuente de ponche rosa y se repartía sangría. Me sentía orgullosa de haber ayudado a William a hacer la sangría un día antes. Y con ayudar me refiero a que me había limitado a pasarle la lista de ingredientes y hacerle una palmadita en el hombro. "Un chico tan listo como tú seguro que puede hacerlo solo" había asegurado. Y él había tenido demasiado orgullo como para negarlo o pedirme ayuda.

-Mira a quién tenemos aquí -dijo una voz a mis espaldas. Jack me recibió con una sonrisa-. Esa camiseta de Superman es malditamente genial. ¿No tendrás dos, por casualidad?

Le guiñé el ojo.

-De esto solo hay uno, capitán. Y es solo mía.

-No engañes a la pobre chica -farfulló una voz a su lado-. Esa camiseta es la cosa más horrible que he visto en mi vida.