Capitulo quinze: salir con Jack Taylor no es divertido

14.2K 425 169
                                    

*Nota de la autora*

Hola! Disculpad las molestias, pero me equivoqué al publicar el capítulo anterior. Este va antes del capitulo dieciséis (¡¡¡fallo mío, lo siento!!!) esta es la continuación correcta del capítulo catorce. Y después de este va el capitulo diciseis (que antes era el quinze). Espero que lo disfrutéis <3

Definitivamente, el guionista de mi vida se había fumado un par de cigarros con substancia especial, porque mi vida se había convertido en una montaña rusa de emociones. Ni siquiera sabía cómo diantres había acabado saliendo con Jack Taylor. Pensándolo bien, tampoco era como si me hubiera dado opción a negarme.

Matt recibió una notificación en su teléfono. Al verla, su rostro se iluminó e hizo una plegaria con las manos en señal de disculpa.

–Chicos, me quedaría hablando sobre vuestra mágica historia de amor mucho tiempo más, pero me tengo que pirar. Nancy me ha mandado un mensaje. Dice que no hay nadie en su habitación –Matt le guiñó un ojo a Jack y le dio un codazo cariñoso– así que tengo que aprovechar la oportunidad.

–Nunca cambiarás, Matthew Thompson.

Matt alzó las cejas repetidamente, juguetón.

–Quién sabe, tal vez algún día conozca a la chica que me lleve por el buen camino, como tú has conocido a Noah.

Puse los ojos en blanco y Jack negó con la cabeza. Yo solo estaba rezando para que Matt se fuese de una vez por todas para poder cantarle las cuarenta a Jack y arrancarle la cabeza de cuajo. ¿Quién se creía para inventar nada sobre mí? Y lo que era más importante, ¿para qué?, porque si se había tirado al rollo se esa forma solo para molestarme... lo iba a pagar caro.

Aunque, pensándolo bien, aquello de hacer planes para molestarme era más propio de William. Miré los ojos marrones de Jack, que se alargaban cada vez que sonreía y parecían brillar con luz propia. Sabía que no me podía fiar de nadie en Élite, pero Jack... no sé, él había sido quien me había cuidado en la fiesta, después de todo. Y tenía que admitir que realmente no era tan tortuoso tener que vivir con él.

Solo un poquito.

En cuanto Matt salió por la puerta, sentí una oleada de indignación que me subía por todo el cuerpo. Me apresuré a bajar de la cama, hecha una furia, y crucé los brazos mientras miraba directamente a Jack con la que yo quería creer que era mi mejor mirada asesina.

–¿A tí qué diantres te pasa? –espeté, cabreada–. ¿Te has ido a África y te ha picado el mosquito de la locura y ahora eres más estúpido que de costumbre, o algo así?

A Jack, quien no se le daba nada bien ponerse serio, se le escapó una risita avergonzada. Y por muy mono que estuviera ahí, despeinado, con las mejillas un tanto sonrojadas y los ojos alargados por su sonrisa, no lo iba a perdonar tan fácilmente.

–Hay una explicación razonable tras todo esto.

–Me encantaría oírla –lo fulminé con los ojos–. Me encantaría saber por qué diablos te ha parecido una buena idea decirle a Matt Thompson que somos novios. Jack, por Dios, en menos de cinco minutos lo va a saber todo el maldito instituto. ¡Y ni siquiera me lo has consultado! ¿Crees que soy un juguete con el que te puedes divertir, o algo así?

–Frena el carro, gatita –Jack se pasó la mano por el pelo, nervioso–. Quería contártelo antes, en el comedor, pero William nos interrumpió y...

–William, William, William –maldecí, exasperada–. ¿Por qué siempre tiene que estar el inglés metido en todas las movidas?

–William y las movidas van de la mano, gatita.

An Endless Summer Love | DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora