Capítulo 13.1

23 1 0
                                    

"Todavía recuerdo ese día... Pero ¿Porque ahora...?"

Aquella noche aún estaba plasmada en su memoria, aunque si intentaba recordar que pasó antes siempre terminaba por frustrarse ya que jamás lograba ver nada más atrás...

Lo que podía ver claramente era una calle, o más bien un callejón, ella sentada en el suelo abrazando sus piernas y tratando de darse calor a si misma pues la noche amenazaba con ser una de las más frías de aquel invierno del año 2000.

Tenía solo 9 años entonces pero ya llevaba al menos 3 semanas en las calles, y entre esos pocos conocimientos le parecía escuchar un tren, policías preguntándole si necesitaba ayuda, gente murmurando a sus espaldas sobre su aspecto sucio y finalmente aquella escena de si misma, muriendo de frío y hambre.

Su estómago llevaba doliendo al menos 4 días por qué había logrado comer muy poco al ya no tener dinero, su cuerpo picaba por la suciedad pues tenía tiempo sin poder bañarse, y ahora él frío la hacia sentirse peor cada momento, tenía mucho sueño pero algo en su interior le decía que no durmiera, que de hacerlo posiblemente haría mal...

La gente llevaba días ignorándola o alejándola de sus casas, por lo que sus únicos refugios eran callejones y escondites que no le permitía dormir bien, así que también tenía días durmiendo pocas horas, lo que le provocaban ojeras muy notorias.

Cuando creía que ya no iba a poder más con el sueño y el hambre, cuando sentía que estaba a punto de perder la conciencia y posiblemente morir, la escuchó claramente... Era una bolsa de plástico cayendo de forma pesada, como si se la hubieran arrojado para golpearla pero hubiesen fallado, y al intentar ajustar más la vista... Se encontró una bolsa con pan dentro.

Sus ojos brillaron ante la emoción y sin pensarlo se lanzó contra la bolsa para abrirla torpemente con sus manos adoloridas y rojas por el frío, cuando por fin pudo abrir uno de los panes comenzó a comerlo con total desesperación.

Te dije que seguía con vida, parecía respirar...

—Queria estar seguro, es raro ver niños en la calle tan tarde ¿no crees? Y creo haberla visto hace dos días unas calles más atrás.

—¿Estará perdida?

—Puede ser, ¿la dejamos?

La conversación de aquellas voces parecía tan lejana que Fuyuki no le dió la más mínima importancia, se dedicó a comer todo lo que contenía la bolsa, aunque no era mucho para cualquier otra persona, para ella era lo primero que podía comer en al menos 3 días a demás de agua...

Tan pronto como terminó de comer, la chica comenzó a respirar de forma pesada intentando recuperarse un poco, su vista se torno un poco borrosa y el sueño termino por vencerla haciendo que cayera al suelo de forma seca.

Cuando abrió sus ojos nuevamente, la chica estaba boca arriba, seguía siendo de noche, aún hacia frío pero notó rápidamente dos diferencias, una era que sentía una calidez sobre su torso, al mover un poco las manos notó que se trataba de un suéter que la estaba cubriendo.

Lo segundo fue que al ajustar un poco más la vista, se encontró con dos rostros que la miraban con curiosidad, al principio no sabía si eran hombres o mujeres, pero poco a poco comenzó a notar los rasgos de expresión de niños en ellos, aunque el cabello rubio y un poco largo que tenían la hacía dudar, al menos hasta que escuchó sus voces.

Te dije que seguía viva.

Bueno y ¿ahora que? ¿la dejamos?

—Si quisieras dejarla no habrías comprado ese pan.

La Reina Roja de Tokyo Tokyo Revengers × o/c)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora