Capítulo 42

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El peli-rosa tenía la pierna derecha levemente levantada, pero al ver la puerta abrirse frente a él volvió a dejarla en el suelo.

Llegaste con el tiempo justo, ¿que tanto hacías que te tomó tanto venir?

—Me dijiste que te daba igual que viniera desnuda, pero es obvio que a mí no, además no te debo explicaciones.

—Ajá, bien acabemos con esto de una vez.

El chico se acercó empujando la puerta para pasar, sin embargo Fuyuki detuvo la misma aún sosteniéndola, impidiendo el paso de aquel chico, quien al notar esto volvió a mirar aquellos ojos desafiantes con molestia.

Escucha, me enviaron a ver que estés tu sola, así que haznos un favor a ambos y facilita esto, quiero marcharme lo antes posible..

—Lo siento, pero Yasuhiro no me avisó que mandaría a alguien a estarme vigilando, y no te permito entrar, eso es todo, ahora lárgate..

—Si no lo quieres hacer por las buenas te irá mal niña.. muévete..

El chico de cabello largo acercó su rostro al de la rubia, quien pareció no inmutarse de ello y simplemente comenzó a cerrar la puerta.

¿Que mierda tienes que vuelves a todos idiotas..?

La pregunta cumplió el objetivo de Sanzu, desconcertar a la chica, y cuando eso ocurrió, el simplemente pateó la puerta dejando esta misma abierta por completo, mientras la rubia se colocaba enmedio en un intento de frenar su paso.

Ni creas que te dejaré..

—No te estoy pidiendo permiso.— interrumpió el chico antes de inclinarse y volver a sorprender a la chica cargándola sobre su hombro izquierdo justo antes de cerrar la puerta.

¡Bájame en este maldito instante Sanzu!

—Si te callas y me dejas hacer lo que me pidieron te bajaré,de lo contrario puedo llevarte así por toda la casa..

—Eres un..

Al chico pareció no importarle continuar con la segunda opción, por lo que comenzó a caminar por la planta baja, revisando la sala, el comedor, la cocina y el baño para invitados, incluso dió un vistazo al garage de la casa por si había algún vehículo, pero estaba vacío.

Cuando comenzó a subir las escaleras, Fuyuki ya estaba desesperada ante su comportamiento, así que nuevamente comenzó a moverse en un intento por soltarse de su agarre, y cuando terminaron de subir las escaleras, por un momento lo logró, pero al hacerlo, estuvo a nada de caer por las escaleras.

Sin embargo, las manos del chico la interceptaron a tiempo, su diestra había sujetado la muñeca izquierda de la rubia, mientras que con su brazo izquierdo logró sujetarla rodeando su cintura, profundizando la forma de sostenerla hasta que ambos quedaron uno contra el otro, cerca de la pared.

¿¡Eres idiota o quieres morir!? Con lo primero no puedo ayudarte y con lo segundo me meterlas en un maldito problema, así que, o te estás quieta o voy a terminar amarrandote manos y piernas ¿entiendes?

La cercanía de sus rostros era tan poca que de no ser por el cubrebocas del chico, ambos sentirían el aliento y la respiración del otro chocando, y cuando éste pareció notarlo, simplemente soltó el agarre de su cintura y mantuvo su muñeca sostenía para comenzar a inspeccionar la planta alta.

Fuyuki pudo darse cuenta que si dejaba de oponerse todo sería más rápido, así que simplemente lo siguió por todas partes, la habitación de Ran, después la de Rindou, y finalmente la suya, dónde el chico volvió a soltarla para mirar "más a fondo" en el armario y cualquier sitio que pudiera parecerle un escondite.

La Reina Roja de Tokyo Tokyo Revengers × o/c)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora