Capítulo 54

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Sus miradas seguían conectadas, había algo que no les permitía voltear o cortar aquel contacto, el chico ni siquiera se dió cuenta cuando comenzó a acercar su rostro hacia la rubia, pero ella si lo notó, vió perfectamente como la distancia entre ellos desaparecía, pero si podía verlo.. si lo sabía.. ¿porque no intentaba detenerlo? ¿porque no intentaba apartarse? No lo supo..

Sin embargo, la cercanía terminó de golpe, cuando otro movimiento del tren provocó que nuevamente, Draken estuviera a nada de chocar contra ella (besándola en el proceso) pero debido a que no quería lastimarla, puso más fuerza en sus brazos para conseguir mantenerse firme y evitar que ambos terminasen aplastados, finalmente, para suerte de ambos, la estación a la que estaban llegando, era donde Fuyuki debía bajar.

Cuando las puertas se abrieron, la rubia tomó la mano del contrario y salió del tren, justo después, una multitud de gente imitó su acción, pero claro, el tren no tardó nada en llenarse de nuevo antes de partir, mientras ambos chicos estaban esperando que la gente saliera de la estación.

¿Estás bien? ¿No te lastimaste?— preguntó la chica algo preocupada.

—Eso debería preguntarte yo, hice todo lo que estuvo a mi alcance para cubrirte.

—No era necesario Draken.

—Por supuesto que sí, mira tu ropa, cualquier idiota podría haber intentado algo si no te cuidaba.

¿Era eso lo que lo preocupaba? ¿Que alguien quisiera propasarse con ella? En cierta forma era un lindo detalle que la cuidara, pero Fuyuki lo conocía bien, jamás le había pasado por la cabeza que algo así sucediera, y él, como los demás, sabía que ella podía cuidarse sola, ¿porque ese repentino interés en cuidarla? La rubia quería preguntarle todo, pero algo en su interior, intuición tal vez, le decía que no lo hiciera, no ahora..

Bueno, ya estoy bien ¿si? No es necesario que vayas hasta mi casa, aún te faltan dos estaciones, así que gracias, puedo irme desde aquí.

No, lo siento pero te llevaré hasta tu casa ¿bien?

—¿Porque la insistencia? ¿Me extrañas y quieres pasar tiempo conmigo?— mencionó la rubia con un claro tono de burla y una sonrisa, misma que se borró en cuanto vió al del tatuaje desviar la mirada.

Hubo un corto silencio, pero fue de los más incómodos que Fuyuki había sentido, no tenía la menor idea de que estaba pasando por la mente de Draken, y eso la ponía ciertamente nerviosa, casi como estar en un campo minado, dónde cualquier mala elección de palabras, podría ser un total desastre.

¿Draken?— preguntó la chica un tanto más serena antes de acercarse a él, quien volvió aquella mirada levemente apagada hacia ella, haciéndola sentir un dolor en el pecho.. le recordaba lo apagado que había visto a Mikey desde hacía unos meses..

Necesito hablar contigo Yuki, pero no quiero esperar hasta tu casa..

—Bien, cuéntame en el camino..— respondió la rubia después de un suspiro, poniéndose poco después en marcha hacia su casa, siendo seguida por el chico del tatuaje.

Durante el trayecto, tardaron un rato en comenzar a hablar, al menos mientras hubiese gente cerca no mencionaban palabra, en especial ella, que esperaba a escuchar lo que sea que el rubio quisiera decir, y siendo sincera, no podía imaginar en absoluto que quería o necesitaba hablar con ella con tanta prisa..

Yuki..— comenzó a hablar el chico —primero.. quería disculparme de nuevo por lo que ocurrió en mi cumpleaños, hablé con los chicos para estar solo ese día, pero olvide decírtelo, no creí que fueses a buscarme.. pero cuando volví de hacer los recados y te ví, no pude evitar sentirme feliz..

La Reina Roja de Tokyo Tokyo Revengers × o/c)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora