La Reina Roja de Tokyo Tokyo Revengers × o/c)

Capítulo 21

Mientras Takemicchi, Mitsuya, Chifuyu y Hakkai hablaban, la rubia continuaba limpiando un poco a Mitsuya, incluso revisó con cuidado si el golpe era profundo o superficial, por suerte no parecía nada tan grave, pero sería mejor una revisión médica ya que ella solo podía decir si bastaba con venderla o necesitaría puntos, pero algo más interno no estaba segura...

—¡Fuyuki!— la voz de Taiju resonó en el lugar, la rubia tenía miedo de mirarlo porque no pretendía volver a caer en ese estado de trance, pero no podía garantizar que lo resistiría, así que simplemente suspiró y se puso de pie, sin embargo Mitsuya le tomó la mano.

—No tienes que hacerle caso Yuki.

—No es que lo haga, pero quiero.. quiero respuestas, algo en esta situación no me deja satisfecha.. también hablaré con Yuzuha en cuanto despierte pero por ahora, tengo que ir con ellos.

Una vez más, Mitsuya conocía a su amiga, así que decidió soltarla mientras volvía a hablar con los demás sobre la pelea que se acercaba, mientras que Fuyuki se acercó a los tres miembros de Black Dragons sin dejar de mirar el suelo por el momento para evitar caer de nuevo.

—Bien, buena chica, aunque te haz entrometido en dos ocasiones en cosas que no te incumben pretendo perdonarte, pero tendrás que pedirme de rodillas que lo haga, además...— sus palabras fueron interrumpidas pues los chicos de Toman estaban preparados para continuar, así que Taiju simplemente sujetó la barbilla de la chica para levantar su rostro, solo que en esta ocasión en vez de hacerlo para distraerla, lo hizo para besarla...

El beso fue bastante agresivo pero corto, una vez que lo terminó pasó a la joven hacia su espalda casi como si la protegiera, pero parte de su estrategia era también utilizar el trazo enorme de su espalda para que la chica no interviniera de nuevo.

Pasaron varios minutos en que la rubia no parecía escuchar nada a su alrededor, su vista parecía nublada e incluso sentía casi como si fuera a desmayarse, estaba sentada en el suelo sin siquiera saber cómo había acabado en esa posición, y solo podía escuchar a lo lejos las voces de los chicos, en especial cuando le decían a Takemicchi que se detuviera, pero parecía que eso no iba a pasar.

Fue ahí donde hubo una leve reacción, y casi como si fuera planeado, en una de las ocasiones que Takemicchi se lanzó contra Taiju, Fuyuki lo hizo también...

Mientras el chico corría con el puño al frente para golpear al mayor, la rubia había alcanzado el brazo de Taiju para evitar que pudiera extenderlo por completo dando así una oportunidad, una en la que Takemicchi logró asestar un golpe en el rostro del de cabellos azules.

A pesar de que Taiju decía que no le había dolido el golpe termino de rodillas con la rubia a un lado de él sentada en el suelo de nuevo, jadeando un poco por el esfuerzo que le había requerido poder detenerlo.

Mientras Taiju intentaba volver a ponerse de pie, Hakkai hablaba con Takemicchi y le hizo una confesión, diciendo que Yuzuha era quien lo había protegido todo el tiempo, sintiéndose inferior por ello y entonces Fuyuki comenzó a recordar un poco sobre su infancia... Aunque fue solo un breve fragmento en el que recibía un golpe, uno que la hizo terminar en la calle inconsciente por varias horas, y el cual decidió que sería el último, no por tener miedo a recibir más.. si no porque no tenía nada que defender...

Un instante después de aquel recuerdo, se escuchaba el apoyo de los chicos de Toman hacia Hakkai, y Fuyuki volvió a sentir la calidez de aquella noche que conoció a sus hermanos, no los unía nada, pero ellos se encargaron de brindarle un sitio por el cual pelearía a muerte para retenerlo.

Cuando Taiju ya se encontraba de pie, Hakkai se acercó decidido, y Fuyuki no pensaba quedarse atrás, quizá no podría ayudar demasiado, pero hasta ahora frenar los golpes del mayor le había resultado bastante bien, por lo que se levantó también pero retrocedió mirando hacia el suelo esperando la oportunidad de ayudarlos, si se mantenía de esa forma no podría arruinar las cosas por distraerse ante aquellos tatuajes.