Había encontrado a Hinata. Y Hinata... Hinata lo había encontrado a él.
La nieve seguía inundando el bosque pinos. La luna lucía resplandeciente, quizá porque por un momento se juntaría con el sol.
Kageyama y Hinata aún se estaban besando. Ambos sin duda guardarían esa madrugada del veintidós de diciembre como algo único.
—Tobio... —susurró el pelirrojo levemente, separándose en medio del beso y respirando pesado.
Kageyama puso toda su atención en él, acariciándole las mejillas y mordiéndose el labio. Hizo un sonido con su boca, indicando que lo estaba escuchando.
—Entonces... ¿Tú también...? ¿Tú también estabas ocultando esto? Ya sabes, tus sentimientos p-por mí... —Estaba nervioso. ¿Qué se suponía que haría cuando la persona que le gustaba también se confesaba y le correspondía?
Quería asegurarse de que no fuera una ilusión. Aunque las manos firmes de Kageyama sosteniendo su rostro eran toda prueba de que aquello era real. Sentía ese calor impregnarse en todo su ser, como si lo hubiera estado anhelando todo ese tiempo. Ya lo había tenido antes, pero éste era el mejor de todos. Le gustaba sentirse querido por alguien y que no se tratara solamente de un asunto sexual, sino de una conexión que iba más allá del cuerpo físico.
Tobio asintió en silencio, suspirando unos segundos más tarde. —Me di cuenta que no quería sólo besarte porque sí. Me gusta estar a tu lado. Hay momentos en los que eres mi seguridad, como esa prueba de que existo para algo y alguien.
Hinata se mordió el labio, aún sintiendo como si todo el zoológico se alojara en su estómago.
—Fuiste el único que logró entenderme cuando todos pensaron que estaba perdido. Siempre voy a agradecer que me retaras... Gracias a eso volví a encontrar mi camino.
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Kageyama's problem. 'kagehina.
FanfictionSe quedó congelado en cuánto Kageyama soltó un ligero gruñido, seguido de un suspiro que, extrañamente, le hizo sentir cosquillas. -Mierda... Está bien, la situación estaba siendo demasiado incómoda. Pero teniendo claro que Kageyama podía morirse...