[...] no es justo. Cuando me tienes así, cuando me arrinconas así... Siento que caigo más profundo y más profundo en este juego tan raro que no podemos parar.
La mañana siguiente decidieron que los últimos días saldrían todos juntos, pues ya casi finalizaba su hospedaje en aquella cabaña acogedora.
Por lo que estaban en el pueblo. Hacía un frío extraño, pero fraternal. Tobio tembló por debajo de su conjunto deportivo. Shoyo sólo podía saltar a la par de Nishinoya para calentarse.
—¡Waaaa~ qué frío! —exclamó sosteniendo su gorro verde y suspirando. —¡Kageyamaaa! ¿No tienes frío?
Yo nací en esta estación, soy invencible, idiota.
Claramente eran sus deseos de superioridad. Rodeó los ojos sin tomarle mucha importancia. Siguieron dando el paseo con los demás, admirando todo el pueblo en pleno invierno y muriéndose de hipotermia.
En todo el camino, no pudo hacer más que observar desinteresadamente y pensar en cierta persona.
¿Qué siente Hinata, qué siente Hinata? Se preguntaba una y otra vez con unos humos malhumorados saliendo de sus orejas.
Quiero besarlo.
Sin pensarlo demasiado, agarró su celular y entró a un baño público. Buscó con mucha duda y curiosidad. Quería saber cómo más podía complacer a Hinata. Daría lo que fuera por volver a escuchar sus gemidos de esa manera. Y lo intentaría, costara lo que costara.
Él también podía ganar, pero más que para eso, era la necesidad de estar a su lado, de compartir un mismo espacio o siquiera un pensamiento.
Aunque no sabía que lo compartían desde hace mucho tiempo.
...
Cuando volvieron a la cabaña, almorzaron un rico asado y organizaron todo para una tarde de películas.
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Kageyama's problem. 'kagehina.
FanfictionSe quedó congelado en cuánto Kageyama soltó un ligero gruñido, seguido de un suspiro que, extrañamente, le hizo sentir cosquillas. -Mierda... Está bien, la situación estaba siendo demasiado incómoda. Pero teniendo claro que Kageyama podía morirse...