CAPÍTULO 41

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—¡Hinata!

Grito Naruto arrodillándose para ver de cerca el cuerpo inconsciente de Hinata. Su cabello se había dispersado cubriendo su rostro.

Naruto intentó tocarla, pero un miedo de que la podría lastimar más le hizo detenerse, porque la sangre parecía venir de su cabeza.

—No puedes. Te lo prohíbo- Sentenció Naruto removiendo el cabello cuando se dio cuenta que no podía quedarse paralizado. - lo prometiste Hermosa. ¡Sasuke!
— ¡Hinata! -grito el pelinegro acercándose donde Naruto y viendo el estado de Hinata. – Espera ¡Maldición! ¡Sakura llama una ambulancia!
—¡Por dios! ¡Hina!

Se escuchó el grito de Sakura que venía acompañada de Shikamaru y Shinso.

—¿Qué hace Ino aquí? ¿Quién la dejó entrar? !Maldición! -preguntó Shikamaru mientras se acercaba para ayudar a Kakashi. Los gritos de Ino se escucharon con fuerza a pesar de estar sometida en el suelo. - ¿Pero qué mierda hiciste? Shinso llama a los demás, a la policía, pero primero a una ambulancia.

Naruto quien aún continuaba a lado de Hinata, miró como sus manos temblaron pero algo llamó su atención, un brillo en el cuello de su esposa le llamó la atención, fue entonces cuando vio el collar que ella siempre cargaba. No podía fallarle ahora, así que se controló y movió el cabello, al fin podía ver la herida.

—¡No! -Gritó, pero su negativa había dejado paralizado a todos incluso a Ino, que parecía estar en psicosis a esas alturas. – No a la policía y no a la ambulancia, no hay tiempo, la llevamos nosotros.
—¿Estás loco? -Lo agarró Sasuke levantándose del suelo y con el impulso de querer estampar su rostro en la pared. – le disparó en la cabeza ¿¡Acaso la quieres muera!?

Naruto tomó el brazo de Sasuke con una fuerza que lo sorprendió provocando que lo soltara de inmediato, y aun así el rostro de Naruto se miraba sereno.

—No morirá, cierra la maldita boca. -Naruto lo apartó y se dirigió a Hinata mientras sacaba su saco acercándose y comenzando a levantarla. —Cerezo abre el ascensor y te vienes conmigo, ocupo que la sostengas, Shinso despeja todo este piso, que nadie se entere de lo que paso aquí.
—Si...sí señor Uzumaki.

Contesto también confundido Shinso, pero sacando su teléfono y comenzando a marcar.

—Y tú Teme. -Se dirigió a Sasuke quien lo miraba sin creer en lo que empezaba a conectar. – Llama a Itachi, quiero los semáforos del norte despejados al hospital más cercano, y que soborne a quien tenga que hacerlo, pero lo quiero ya.
—Tu...

Naruto se dirigió al ascensor con Sakura mientras acomodaba a una Hinata aun sangrando e inconsciente.

—Esperen...no entiendo ¿qué hago con ella entonces? -pregunto Kakashi confundido mientras retenía a una Ino que comenzaba a reír.

—¡Estúpidos! -gritó con una sonrisa de locura y satisfacción. - la perderán como yo perdí a Toneri, ni la expectativa de hundirme en la cárcel me quitara esta satisfacción.

Escupió mirando a Naruto, pero este parecía desconectado de sus emociones, porque no reaccionó a sus palabras.

—¿Cárcel? ¿Cuándo dije algo acerca de cárcel?

Dijo Naruto entrando al ascensor y dejando confundido a todos.

—Kakashi, llévala a la casa, no hay policía en esto, Shinso limpia aquí por favor y Kakashi... -el peliblanco lo miro empezando a ver lo que había sucedido. La sangre seca en su rostro, la tranquilidad ante una situación como esta y su control. Solo significaba algo. -...lo siento hermano, pero jugaremos lo mismo que hace años. -anuncio tranquilo mirando el frasco tirado en el suelo, aquel que contenía la medicina que lo hizo olvidar todo. Sabía lo que Hinata había descubierto. - y por cierto...trae a alguien más al juego, Hinata ya debe haberte dicho.

Una mirada fría de Naruto le hizo saber a Ino que esto apenas comenzaba mientras el ascensor se cerraba.

——

—Hina...Hina, Mi Hina por favor.

Decía una y otra vez Sakura mientras sostenía la mano fría de su amiga y sentía el trayecto del ascensor eterno.

—Estará bien, te lo prometo.

Levantó su mirada para toparse con unos ojos azules tranquilos y fríos de Naruto, unos que solo le hicieron sentir un escalofrío a Sakura.

—¿Qué? Naruto... ¿Tu?

Las puertas se abrieron haciendo salir a Naruto de prisa a una camioneta que los esperaba lista para arrancar.

—Ve atrás cerezo, sostente firme y...

—¡Espera! -Sasuke salió corriendo de las escaleras de emergencia intentando alcanzarlos. – Yo conduzco, tú podrás matarnos si lo haces.

Naruto hizo subir a Sakura y depositó a su esposa con sumo cuidado.

—Aprieta aquí cerezo -Llevó la mano de Sakura al costado de la cabeza de Hinata. Un sollozo salió de Sakura al sentir lo caliente de la sangre. – Shh, está bien, todo estará bien, tienes que ser fuerte para ella ¿Sí?

La peli rosa asintió con lágrimas en los ojos.

—No me ignores, te estoy diciendo que...

Pero Naruto solo tomó el cuello de Sasuke y lo estampo en la camioneta.

—La llevo yo, nadie maneja mejor de lo que lo hago, mucho menos tú, así que o te subes como mi copiloto o te quedas.

Naruto lo soltó antes de cerrar la puerta de Sakura y correr para conducir el carro. Sasuke entró aún en shock, pero no le dio tiempo de hacer más porque el carro arrancó con fuerza, derrapando para girar y salir en medio de bocinazos y gritos a la calle.

—Pon en voz alta a Itachi para que nos guíe.
—Si...sí.

Sasuke puso su teléfono y antes del primer timbre se escuchó que contestaban.

—Sasuke, es mejor llamar a una ambulancia. Vas a matarlos si conduces tú.
—Estoy conduciendo yo Itachi, dime rápido a donde debo ir, voy por la segunda avenida.
—¡Por dios! ¿Cómo que tu estás conduciendo tu Naruto? Es aún peor.
—Itachi... -Intentó decir Sasuke al ver como Naruto pisaba el acelerador y rebasaba varios carros con destreza, se dio cuenta que su corazonada era cierta. – Naruto...
—Esto es peor de lo que creí, deténganse en este momento y díganme donde están, mandare la ambulancia.
—Cállate de una maldita vez y dame indicaciones Itachi, porque si algo le pasa a mi esposa por no hacerlo te matare de la peor manera, ahora enfócate y dime a donde debo ir.
—¿Na...Naruto?
—Si, recuerdo todo, ahora dime a donde ir antes de que pierda la paciencia.
—¡Por dios Naruto!

Gritó emocionada Sakura queriendo abrazar al rubio, pero agarró con fuerza a Hinata en vez de eso.

—Me da gusto volver -Le dijo a la peli rosa. - ...aunque hubiera querido hacerlo de otra forma.
—Bien...lo siento, no sabía, yo...
—Itachi...

Advirtió Naruto con los dientes apretados.

—Da vuelta a la izquierda, el semáforo debe quitarse en exactamente quince segundos así que acelera, sigue derecho dos semáforos y después a la derecha otra vez.

Naruto aceleró sin dudarlo y sin dejar de mirar cada cierto tiempo al espejo retrovisor a donde Hinata seguía inconsciente.

—¿Está todo listo para su llegada?

Pregunto cuando pasaba la tercera luz verde con varios rostros confundidos por el raro funcionamiento de los semáforos, y aún más mientras miraban aquella camioneta que parecía conducir como si la persiguieran.

—Si, Shinso llamo cuando entre al elevador, deben de estarnos esperando.
—Bien, sostenganse, y sostén bien a Hina Cerezo
—Si.

Y el acelero sin duda

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