CAPÍTULO 10

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― Pa y Ma pudieron arreglar para quedarse dos semanas más. Estoy trabajando con Tsunade para que se haga cargo de su negocio en estos meses. Después se podrán quedar con nosotros más tiempo.

Le platico Hinata esa mañana. Sus papás habían tenido pendiente su regreso, pero no querían separarse aun de su hijo.

― Ya les dije que no deben preocuparse, estoy bien.

― Eso no quita que quieran seguir cuidándote.

Le comento Hinata, acomodando los platos de su desayuno esa mañana. Después de casi tres meses, despierto y con su vida de esa manera, ya comenzaba a conocer y predecir la rutina. En la mañana de entre semana estarían sus papás, después sus amigos se turnarían para cuidarlo por la tarde, para terminar el día con su esposa cenando. Mientras, los fines de semana era de ella, quien también era acompañada por Sasuke y Sakura.

Desde ese día con Sakura, en que ella casi había llorado, las cosas con él se habían puesto mas tranquilas. Aun invadía su espacio personal, pero ya no hacía preguntas o decía cosas tan confusas como aquella vez.

― Bueno...si soy sincero no quiero que se vayan, pero ellos tienen una vida, no puedo simplemente interrumpirlas.

Hinata se acercó sentándose a su lado. No pudo evitar recordar el momento en que se besaron, pero desde entonces no habían tenido una situación igual. Pero la actitud de Naruto había cambiado. Le miraba sin pena y a veces sin medida. Además, aunque lo intentaba disimular, y aunque la habitación estaba inundada por sus amigos y familiares, el siempre encontraba la manera de que parte de su atención y enfoque estuvieran en ella.

― Entiendo. Aun vives con ellos en tu mente. Imagino que es difícil. Al menos, cuando me mudé de la casa al departamento que compartía con Sakura, me sentí bastante nostálgica los primeros meses.

― Cierto, habías mencionado que tú y Sakura vivieron en la universidad juntas.

― Si. Aunque no fue algo en si nuevo. Sakura y yo fuimos inseparables desde la secundaria, por eso si no dormía en su casa, ella dormía en la mía. A Mamá le encantaba hacernos desayunos especiales y además de usarnos como moldes para sus diseños.

― Debió ser divertido. ―dijo Naruto recordando como a Sakura y ella a veces platicaban de sus años en secundaria y preparatoria. Eso antes de que se uniera Sasuke, ya que al parecer el convivio antes que el con Hinata, al convertirse en novio de Sakura. ―Cuando hablan de ello, siempre se ríen.

Hinata asintió antes de que sus ojos reflejaran un poco de seriedad.

― Siempre he creído que, de lo malo, saquemos lo bueno. Sakura y yo nos conocimos porque se podría decir, éramos las marginadas de la secundaria.

― ¿Enserio? Pero ¿Cómo? Ustedes son...son muy bellas, creo que sería lo contrario.

― Nosotras íbamos en una secundaria solo de mujeres. Yo estaba en un salón diferente a Sakura. ¿Escuchaste cómo nos conocimos?

― Si. Fue cuando llovía...tu llegaste con un paraguas a cubrir a Sakura, porque viste que ella no traía el suyo.

― Bueno, eso es lo que nuestros papás creen. ―sonrió cuando miro en ceño fruncido de Naruto― Se que pareciera que engañamos a nuestros papás en muchas cosas, pero créeme. Era necesario. Porque, siempre intento platicar esa historia cuando están ellos presentes; no quiero que sientan que no nos protegieron en su momento. Porque lo hicieron. Pero en realidad, ese día Sakura la habían tirado al lodo bajo la lluvia; al ser de diferentes cursos, no nos habíamos visto mucho. Además, yo me pasaba mis horas en la biblioteca y Sakura en la sala de música, difícilmente nos hubiéramos topado. Pero ese día había olvidado unas cosas en el salón y fue cuando la vi.

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