El dolor era insoportable. No sabía cuántos días había pasado, pero sus papás no dejaban de preguntar que pasaba. No quería decirlo, era la más completa humillación que había vivido, que el decírselo era aún peor.
Esa perra.
No. no. contrólate.
Pensó mientras sus manos apretaban las sábanas en las que estaba envuelto. Sus pensamientos eran oscuros, cada vez le costaba más mantener el control. Anoche le había gritado a su mamá antes de cerrarle la puerta. Su papá le había regañado por primera vez en su vida y aun así no le importó.
Porque sabía a quién iba dirigido todo ese rencor.
Él quería gritarle, desquitarse. Hacerla llorar y después irse, jamás la volvería a ver de la misma manera. Era toda falsa, toda mentira.
Su teléfono no dejaba de sonar y de llegarle mensajes. Por eso lo había apagado, no quería saber nada de nadie.
Pero Sasuke nunca aceptaba un no por respuesta. Él se había quedado sentado en silencio leyendo, mientras él le decía que se largara.
Y las veces que lloro, el solo se sentaba y ponía su mano en su hombro. Nunca se burló de él o dijo algo referente a Ino. Su amigo solo estaba ahí, dándole apoyo que no sabía que necesitaba tanto.
Escuchó que su mamá tocaba delicadamente la puerta, pero él no dijo nada; Kushina entró sin más, tratando de no hacer mucho ruido en su cuarto.
- Hijo
Escuchó que le susurró mientras posaba su mano en su espalda. Él seguía inmóvil. No quería platicar con ella. No era justo desquitarse, pero no podía decirle que le pasaba, por lo que solo siguió en silencio.
- Te llego esto...es parecido al de la vez anterior...es solo que...bueno, temo que esto sea lo que te cambio. Porque a partir de ese día...tu ya no eres el mismo.
Naruto confundido, quito la sabana y miro a su mamá, antes de que sus ojos se congelaran en el sobre amarillo que ella tenía en su mano.
- ¿Quién lo dejó?
Pregunto sin saber si quería saber que sorpresa podía esperar ese sobre. El último solo lo había hecho desmoronarse por la jodida verdad ¿acaso le querían dar el golpe de gracia?
- No lo se. -contestó su mamá, leyendo las letras en computadora que estaban escritas en él, donde el nombre de su hijo estaba remarcado? -Sali hoy en la mañana y esto estaba ahí.
El rubio siguió sin saber qué más hacer. Se sentía como si estuviera enfermo de gripa.
Por lo que, harto de sorpresas esa semana, decidió volver a su escondite.
- Déjalo por ahí, luego lo veré.
- Naruto...mi amor yo...
- Mamá, déjalo ahí por favor.
El silencio se hizo en la habitación hasta que escuchó como los pasos de su mamá se dirigían a la puerta, donde al escuchar como esta se cerraba, solo volteo para ver en donde había dejado aquel sobre.
Este reposaba en su escritorio, junto a sus demás libros y tareas inconclusas. Sus papás lo habían reportado enfermo desde la semana pasada, por lo que no perdía las clases en sí. Pensó en sus clases extras de matemáticas y álgebra después de la escuela, pero no le importaron.
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Parte de mi
FanfictionCuando Naruto despierta y mira a lo que él considera un ángel a lado de él, cree fervientemente haber muerto. Aunque la realidad no estuvo cerca de ese pensamiento, la verdad es que por fin a despertado después de un coma de cinco años. No entiende...