Capítulo 39- Fin.

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Imagen multimedia: canales en brujas

Sus labios se fundieron en un beso hambriento y apasionado, el rubio sintió como si de pronto, su cuerpo; que había estado sumido en una línea recta de emociones, ahora se subía a una montaña rusa de sentimientos. Sus manos buscaron con desespero la piel de Rachell, necesitaba sentir su calor y ver si de verdad estaba sucediendo, si no era un sueño.

Sarah le gustaba, y aunque era una chica dulce y atractiva, lo que sentia al estar con ella, no era ni una cuarta parte de lo que sentía por la castaña. Después de casi un año separados, volvió a sentir su corazón latir desbocado y su piel arder.

Saboreo su boca respirando agitando, al igual que ella, que lo rodeaba con sus brazos por el cuello. Jadeaba pegada a sus labios, con ese dulce sonido de excitación que tanto había añorado.

La cogió en voladas, haciendo que ella enroscar sus piernas al rededor de su cintura, la cargó sosteniéndola por los muslos y se encamino hasta el sofá, se sentó aún con ella arriba, dejándola a horcajadas sobre su regazo,  recordando la vez que hicieron el amor años atrás, en ese mismo sofá, en esa misma posición, con su primer viaje.

Rachell se separó en busca de aire, miró el rostro enrojecido del rubio, sus ojos azules intensos, sus labios carnosos rojos y entre abiertos en busca de oxígeno. Su cabello ahora largo despeinado. El revoloteo que sintió en su estómago y el aleteo de su corazón, le anuncio que había hecho lo correcto al buscarlo.

-No puedo creer que estés aquí -Susurró Ithan conmocionado- Siento que esto es un sueño.

-No lo es -dijo ella, acariciando su rostro de barba corta- Estoy aquí Ithan, y no pienso irme de tu lado.

Ithan volvió a tomar sus labios. Hicieron el amor tan intensamente, que parecía surreal lo que sentían, sus cuerpos se identificaban, y se poseían como si la vida dependiera de ellos. Sus manos no dejaban de tocarse, como si intentará guardar el recuerdo de sus pieles en la palma de sus manos.

Los jadeos y gemidos inundaban el lugar, hasta que un intenso orgasmo los invadió a ambos. Se abrazaron con fuerza. Rachell sintió su pecho hincharse de felicidad, sus ojos agudizarse. Escucho al rubio sorber por la nariz, y con el ceño fruncido se separó para mirarlo.

Encontrandolo con los ojos rojos y lleno de lágrimas también, al igual que ella. Él seco sus lágrimas avergonzado.

-No puedo creer que estés aquí, conmigo -susurró. La castaña seguía sobre él, seco sus mejillas con sus delgados dedos y dejo un corto beso en sus labios.

-Voy a quedarme contigo, para siempre.

-Te amo tanto, Rachell -Sonrío el, con alegría y a su vez con tristeza.

-Yo te amo a ti, mi gran Thor.

Los días pasaron, Ithan hablo con Sarah y se disculpo con ella, tenían que terminar con su salidas. Ella lo entendió, aunque no pudo negar que le dolió. Pero comprendía que esa chica era la mujer de su vida y ella no pretendía interponerse.

Rachell e ithan se dispusieron a disfrutar de ese hermoso país, pronto regresarían a puerto rico. Sebastián cumpliría un año, y ellos querían ir para darle la sorpresa a toda la familia que estaban nuevamente juntos.

Sus últimos días en Bélgica fueron una Luna de miel de reconciliación, milagrosamente Rachell comenzó a recordar poco a poco todo lo vivido.

Disfrutaron del uno al otro, como si fueran dos adolescentes enamorados comenzando su vida sexual, además, de tener citas y visitar muchos lugares.

Estaban muy felices, el amor que desprendían era de cuento de hadas, las nuevas amistades de ithan recibieron muy bien a Rachell, pocos sabían la historia completa, pero la verdad, la chica se ganaba rápidamente el corazón de cualquiera.

Ascendiendo de las Tinieblas - Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora