Imágen multimedia: Gabriela y Samuel.
Las semanas transcurrían y Rachell seguía ocultándole a su novio la verdad sobre su empleo. Las pesadillas continuaban abrumando su mente, ya no sólo por los recuerdos, sino por las exigencias inapropiadas de los clientes del bar. Dos inconvenientes desagradables tuvieron que pasar cuando alguno de los hombres; con la misma mirada sádica que alguna vez había percibido en Reynolds; intentaron sobrepasarse con ella. Sin embargo, no estaba sola. Tenía nuevos amigos y compañeros de trabajo que estaban al pendiente de ella para defenderla y protegerla. Cada día se encontraba más insegura de seguir haciendo lo que hacía, necesitaba otro empleo lo antes posible.
Una noche, en una de sus pesadillas, estuvo a punto de soltar su secreto, pero al mirar el rostro preocupado de Ithan tras el mal sueño, se arrepintió. Imaginarlo enfadado por aquello, solo le causó pánico. Tal vez una mentira como aquella podría dañar su relación y era lo que menos quería. Lo necesitaba a su lado.
-He averiguado sobre un psicólogo –Le dijo cuando cenaban un par de días después. Rachell lo observó y él bebió un sorbo de su copa de vino.
- ¿De verdad crees que lo necesite? –Ella sabía perfectamente la respuesta, pero quería asegurarse y escucharlo de él.
-Es por tu bien Rach, te has vuelto a hacer daño. Necesitas ayuda, y yo estoy aquí para ti. No debes sentirte mal por recurrir a ese tipo de ayuda profesional...en su momento...estuve en algunos.
-Oh...
-Así que puedes hacerlo con confianza, a mí me han ayudado mucho.
La castaña respiró profundo, bebió de igual manera de su vino y asintió.
- ¿Quién es?
Ithan sonrió satisfecho por verla cooperar y comenzó a hablarle sobre el doctor amigo de la familia Collins, le aseguró que él mismo pagaría las sesiones y la llevaría. Rachell no se sentía segura de ir a un psicólogo, todo lo que fuera medicina, médicos o tuvieran por lo menos un parentesco, lo odiaba. Pero su novio tenía razón, se había hecho daño otra vez, dejando las marcas de su pasado en su piel. Iría a las citas con aquel psicólogo, por Ithan...por ella y su relación.
Manuel conducía en completo silencio, mientras su mente trabajaba a toda velocidad. Ya le habían devuelto su auto y en esos momentos, iba de camino a la cita con el doctor de su novia para una revisión, ya había pasado un mes y tenían que ir a su segundo control, el primero para él.
- ¿Te encuentras bien? –Pregunto la pelirroja observando el perfil tenso de su novio. Manuel giró por unos segundos su rostro y asintió sonriendo cortamente.
-Estoy un poco nervioso –Admitió observando el camino. Nicole sonrió y colocó su mano izquierda sobre el muslo del castaño, el posó su mano sobre la de ella y la cogió para besar su dorso.
-Tranquilo...
- ¿Crees que podamos saber el sexo? - Volvió a preguntar cuando se encontraban cerca del hospital.
-Tal vez, no lo sé aún.
-Ya estoy impaciente por saberlo, tengo una apuesta que ganar.
- ¿Ah sí? –Interrogó ésta con una ceja enarcada, Manuel la miró con una sonrisa y asintió.
-Somos Ithan y yo contra el viejo –Nicole colocó los ojos en blanco y él estacionó.
- ¿No van a madurar nunca? –El castaño encogió los hombros apagando el motor, bajó del auto y luego abrió la puerta de la pelirroja. La ayudó a bajarse tomándola de la mano y luego le colocó la alarma al auto. Se encaminaron tomados de mano hasta la clínica y anunciaron a la recepcionista sobre su cita.
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Ascendiendo de las Tinieblas - Segunda parte.
RomanceEl dolor de la ruptura y la pérdida había sumergido a Ithan Collins por largos meses. Cuando pensó que ya no quedaba más nada que le dieran ganas de vivir; en su vida, descubre que no todo está perdido. Después de haber atravesado un oscuro pasado l...