Rachell siguió con la mirada a la silueta que se alejaba corriendo hasta desaparecer al doblar la cuadra.
- ¿Rach? - Llamó una vez más Ithan. Ella se sobresaltó y giró para mirarlo- ¿Estás bien? –Inquirió preocupado al ver su rostro pálido.
-Creo a ver visto algo, pero...-Negó con la cabeza- Sólo ha sido una ilusión.
- ¿De qué hablas? ¿Qué viste?
-Es...es... ¿Recuerdas a la chica que me acosaba en la universidad?
-Por supuesto, Carly... ¿La has visto? –Abrió los ojos de par en par. Rachell rio nerviosamente y luego negó con la cabeza.
-Es imposible ¿Verdad? Tal vez sólo era alguien parecido. Hay muchas chicas morenas en Puerto Rico.
-No lo creo Rachell –Ithan sacó el teléfono de su bolsillo mirando por el ventanal, la calle de un lado a otro.
- ¿Señor? –Contestó Fernando al otro lado de la línea. Ithan estudio la calle, a cada persona caminando por las aceras.
-Tengo una mujer, morena, más o menos de metro setenta, cabello negro azabache, creo que nos está siguiendo.
- ¿Cree que sea la causante de los autos?
-Si es quién creo que es, sí. Necesito que vigilen todo a su alrededor, cualquier mujer sospechosa, síganla e investigan.
-Sí señor.
-Bien.
-Ithan, sólo ha sido una equivocación –Anunció nuevamente la castaña cogiéndolo por el brazo.
-Dime ¿Quién crees que pudo enviarte las rosas negras? La otra vez...-Rachell frunció el ceño y apartó la mirada- No he sido yo, no ha sido Iván...
-Hay algo que no te he dicho.
- ¿Qué?
-Con las rosas venía una nota, una extraña. No te dije porque me pareció una broma pesada, pero ahora que lo mencionas...
-Señor –Interrumpió el dependiente. Ithan giró y se acercó a él.
-Mandaré a buscar el auto, tenemos que irnos.
-Bien señor, aquí están sus papeles.
-Gracias. Nos vemos Felipe.
-Adiós señor Collins, señorita... –Hizo un ademán hacia ella. Ithan cogió a Rachell de la mano y la sacó del concesionario sin decir palabra, la llevó al auto estudiando la calle primero y luego se adentró.
- ¿Todavía conservas la nota?
-Sí, está en mi apartamento.
-Iremos por ella. Luego iremos con mi tío y el detective –La chica asintió sin replicas ya que Ithan estaba serio y ceñudo. El rubio condujo en completo silencio, sumido en sus pensamientos hasta el viejo apartamento de su novia, estacionó, salió del auto y volvió a estudiar la calle para después abrir la puerta del copiloto y esperar a que ella bajara. Se adentraron en el edificio y ascendieron hasta el piso de la chica. Rachell abrió la puerta y encendió las luces: las cortinas estaban corridas y eso le daba oscuridad al lugar. Buscó la nota por todos lados hasta dar con ella en una gaveta dentro de la habitación.
- ¡Aquí está! –Anunció saliendo hacia la sala, Ithan la cogió de sus manos y la sacó del sobre.
"Dicen que entre cielo y tierra no hay nada oculto ¡Qué razón hay en eso! Yo te encontré, y no pienso soltarte, estamos en el infierno y ningún ángel podrá salvarte ésta vez"
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Ascendiendo de las Tinieblas - Segunda parte.
RomanceEl dolor de la ruptura y la pérdida había sumergido a Ithan Collins por largos meses. Cuando pensó que ya no quedaba más nada que le dieran ganas de vivir; en su vida, descubre que no todo está perdido. Después de haber atravesado un oscuro pasado l...